La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) presentó hoy un programa para mejorar el riego y el drenaje en el mundo en desarrollo a un costo previsto de seis millones de dólares durante tres años.
Se trata, en realidad, de un programa internacional que se constituyó en 1991 bajo la dirección del Banco Mundial y que contribuyó con el financiamiento de unos 15 proyectos por valor de alrededor de 50 millones de dólares.
En el futuro se hará más hincapié en la difusión de conocimientos y la creación de capacidad.
Por ello, el Banco Mundial traspasó el programa a la FAO, organización que cuenta con amplia especialización y experiencia en materia de riego, con la intención de hacer más hincapié en la difusión de conocimientos y la creación de capacidad.
El programa no financiará proyectos de riego, sino que fomentará la transferencia de tecnología e informará a los agricultores y responsables de las decisiones acerca de las investigaciones en la materia.
Para afrontar el reto del crecimiento de la población mundial, que aumentará de los actuales 5.800 millones de habitantes a 8.300 millones en el 2025, "tenemos que producir más alimentos, intensificando la agricultura, tanto de secano como de regadío", dijo director del programa, Arumugam Kandiah.
El riego, explicó, duplica con creces la productividad de la tierra, "pero, por desgracia, muchos sistemas de riego funcionan mal a causa de interferencias burocráticas, la mala gestión, falta de participación de los usuarios y defectos de construcción".
En algunos casos, hasta 60 por ciento del agua destinada al riego no llega a los cultivos, dijo. Además, en muchas regiones la escasez de agua constituye ya un importante problema que limita gravemente la producción agrícola.
El agua es un recurso cada vez más limitado y caro, por lo que los agricultores deben aumentar su producción a medida que se incrementa el riego. Para conseguirlo, deben adquirir conocimientos sobre tecnologías apropiadas, eficaces y sustentables.
En los países en desarrollo, la tecnología de riego no ha cambiado mucho en los últimos decenios, por lo que está muy atrasada en relación con las restantes tecnologías agrícolas, según la FAO.
El gasto anual mundial en investigaciones en materia de riego no supera los 300 millones de dólares, mientras se gastan unos 8.000 millones de dólares en total en investigaciones agrícolas.
Con el programa "queremos apoyar a los agricultores para que encuentren una tecnología de riego y drenaje que sea la más eficaz en función del costo, fácil de utilizar y socialmente aceptable".
Los expertos de la FAO contribuirán también a la preparación de estrategias nacionales de investigación y desarrollo del riego, agregó Kandiah.
"Nuestros asociados serán los ministerios de agua y agricultura, las organizaciones no gubernamentales, las universidades y el sector privado", explicó.
La dirección del programa será pequeña y descentralizada, y consistirá en una secretaría de cinco personas que trabajará desde Roma en conexión con los comités e instituciones de investigación nacionales.
La FAO está negociando con el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otros donantes un presupuesto de más de seis millones de dólares para este plan.
El Banco Mundial seguirá participando en el programa junto con el PNUD, expresó Kandiah. Entre los países patrocinantes figuran Gran Bretaña, Francia y Holanda. (FIN/IPS/jp/mj/dv/98