El gobierno de Gran Bretaña ordenó el retiro del mercado de millones de unidades de conocidas marcas de bebidas gaseosas, por considerar que su contenido era peligroso para la salud de los consumidores.
Las bebidas retiradas corresponden en su mayoría a las marcas Pepsi Cola, Coca Cola, Fanta, Tango, Sprite y Seven-Up, a las cuales se les comprobó la existencia de benceno en exceso, sustancia considerada cancerígena.
Britvick Soft Drinks, empresa que comercializaba Pepsi, Seven Up y Tango, aseguró haber sacado de circulación en junio más de dos millones de unidades como medida de precaución, en tanto que Coca Cola y Schweppes Beverages no facilitaron cifras, pero afirmaron, sin embargo, que era "una cantidad mínima".
La contaminación se produjo en la fábrica de gas carbónico, Terra Nitrogen, ubicada cerca de la ciudad de Bristol, la cual abastece a numerosas embotelladoras.
La situación se conoció cuando, luego de distintos análisis de rutina, se detectó el carburante benceno en proporción dos veces superior a la admitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Investigaciones han revelado que trabajadores expuestos a niveles altos de benceno, un líquido volátil que se emplea como disolvente y aditivo, han desarrollado leucemia y patologías hepáticas.
La Asociación de Productores de Bebidas Gaseosas aseguró que la cantidad del producto "no representa riesgo alguno para la salud" y que el retiro del mercado de las bebidas se hizo sólo por precaución, y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación calificó de "irrelevantes" los riesgos para la salud. (FIN/Consumers International-IPS/98)