Entre tres a nueve millones de dólares gasta Bolivia en importar leche artificial, alimentos infantiles, biberones y otros productos de higiene o de farmacia, de acuerdo con una investigación.
El estudio pertenece a Acción Internacional para la Salud (AIS)- Bolivia, organismo que trabaja en forma conjunta con el Comité de Defensa del Consumidor (CODEDCO), y que fue dado a conocer con el título "Nutrición infantil: Natural o artificial".
El libro informa los resultados del segundo monitoreo del grado de cumplimiento y respeto al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
El estudio detectó que el mercado formal de sucedáneos fluctuaría entre uno a tres y medio millones de dólares -cifra que se triplicaría si se suma la internación informal- monto que no incluye importaciones de leche entera en polvo.
De acuerdo con la investigación, la situación sobre la ética en la comercialización de sucedáneos ha mejorado en relación al período en que se realizó el primer monitoreo (1993).
Pese a ello, las compañías importadoras, fabricantes y distribuidoras de sucedáneos continúan realizando prácticas comerciales negativas, entre las que se destacan los anuncios y los descuentos en las ventas a establecimientos, la entrega de muestras gratis al personal de salud y la distribución de material impreso para promocionar sus productos.
El estudio describe estas y otras infracciones contra el Código, en particular la publicidad de los productos que indican en su etiquetado que son "leches enteras" y "apropiadas para los niños".
El Código establece que estas leches no pueden ser consumidas a cualquier edad, por cualquier persona y en reemplazo de la leche de la madre.
La investigación da como ejemplo el caso de la leche Nodrilac – fabricada por la industria PIL- la que no aclara en su etiquetado para qué tipo de personas es el producto, no advierte los riesgos para el lactante al consumir leche artificial y muestra a una mamá embarazada con un bebé en los brazos insinuando su uso, todo lo cual infringe el Código.
A raíz de la investigación de AIS, Magali de Yale, representante de UNICEF en La Paz, dijo al periódico Ultima Hora que "lo que nos toca ahora es seguir los pasos para conseguir una ley que regule la comercialización de estos productos".
María del Carmen Daroca, representante en Bolivia de la Organización Panamericana de la Salud, coincidió con Yale e indicó que su institución hará todos los esfuerzos para que se implemente una legislación que regule la producción, venta y consumo de la lecha artificial. (FIN/Consumers International-IPS/1998)