El presidente de Cuba, Fidel Castro, aseguró que el programa del gobierno revolucionario que tomó el poder en 1959 fue cumplido y hasta superado por el régimen socialista imperante en su país.
Cuarenta y cinco años después del ataque al cuartel Moncada, dirigido por él, Castro reivindicó este domingo el cumplimiento de las "promesas" realizadas ese año en su discurso de autodefensa ante los tribunales, conocido como "La historia me absorverá".
El programa del Moncada fue detallado entonces por el joven abogado preso que, en ejercicio de su derecho profesional, utilizó su alegato de defensa para plantear las principales políticas que aplicaría un gobierno revolucionario.
El mandatario de 71 años intervino la noche del domingo en el tradicional acto por el aniversario del ataque al Moncada, el 26 de julio de 1953, consierado el inicio de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Castro leyó fragmentos de "La historia me abserverá" para asegurar que entre los objetivos de la revolución cubana nunca estuvo satisfacer los intereses de banqueros, terrateniente, grandes propietarios y oligarcas.
El mandatario de 71 años respondió así a aquellos opositores a su gobierno que desde el exilio o dentro de la isla en la disidencia afirman que su gobierno traicionó el programa del Moncada.
En "La historia me absolverá", Castro planteó la necesidad de una reforma agraria, primera medida de su gobierno, de resolver el problema de la vivienda y de la educación y la industrialización del país.
Hoy, 85 por ciento de los cubanos son propietarios de las viviendas que habitan, el mayor índice en el mundo, afirmó el presidente.
La revolución erradicó el analfabetismo, caso único en todo el mundo en la historia de la educación, y luego se organizaron planes de seguimiento para acabar con el semianalfabetismo, afirmó.
Castro reveló que en Cuba 94,6 por ciento de los profesores de enseñanza media son profesionales universitarios, 96 por ciento de los niños de cinco años de edad cursa el grado prescolar y que la escolarización de la población de seis a 16 años es del 94,2 por ciento.
La educación especial dispone de 425 instituciones y la red de educación superior totaliza 57, agregó.
La retención escolar ha experimentado un incremento gradual para alcanzar el 99 por ciento y la que continuidad de estudios en secundaria básica llega hasta 99,8 por ciento de los alumnos, agregó.
Entre los logros sociales de la revolución, Castro mencionó la reducción de la mortalidad infantil hasta 7,2 cada 1.000 nacidos vivos y que 98,8 por ciento de los menores de dos años están vacunados contra 10 enfermedades.
Además, afirmó, disminuyeron todos los indicadores de enfermedades trasmisibles, excepto el sida, que limitado al mínimo posible.
De acuerdo con fuentes oficiales, el índice de camas hospitalarias es de 7,3 cada 1.000 habitantes y existen 88 unidades de cuidados intensivos, 36 de estas pediatricas.
Al hablar sobre el programa de industrialización que ya entonces incluía el uso de la energía nuclear, Castro afirmó que la capacidad de generación de electricidad se multiplicó por 10 y que esta energía llega hoy a los lugares más intrincados de la isla.
La producción de acero, maquinarias, materiales de construcción y de las industrias alimentaria, textil y otras crecieron varias veces, pero se ven hoy obstaculizadas.
Cuba vive una fuerte crisis económica desde 1990 que, según fuentes oficiales, responde a la combinación de los efectos de la desaparición del bloque socialista de Europa y del bloqueo decretado por Estados Unidos hace 36 años.
Castro aseguró que en la isla ningún ciudadano carece de seguridad social, casi un millón y medio de personas reciben pensión y fue totalmente desterrada la discriminación por razones de raza o sexo.
"Así se cumplieron las promesas del Moncada", afirmó.
Pero, aseguró, por ello el pueblo ha pagado un precio de agresiones, guerras sucias, sabotajes, bandas contrarrevolucionarias, invasiones mercenarias y planes de atentados.
Para Castro por el cumplimiento del programa del Moncada su país tuvo que soportar "especialmente" el embargo de Estados Unidos, al que calificó de "la guerra económica" que intenta asfixiar al pueblo cubano. (FIN/IPS/da/mj/ip/98