COREA DEL SUR: "Luz de sol" brilla pese a incursión norcoreana

La reconciliación entre ambas Coreas siempre estuvo en la agenda política de Kim Dae Jung. De modo que, cuando el antiguo disidente asumió la presidencia de Corea del Sur este año, no tardó en implementar una política de compromiso hacia Pyongyang.

La llamada política "luz de sol" significó un giro de 180 grados respecto de la posición radical de los predecesores de Kim hacia Corea del Norte y fue bienvenida por muchos surcoreanos, especialmente los dos millones que aún tienen familiares en el Norte.

Pero entonces se produjo un pico de tensión entre las dos Coreas a raíz de un incidente ocurrido el 22 de junio, cuando un submarino espía norcoreano quedó atrapado en una red de pesca a sólo 18 kilómetros de la costa este de Corea del Sur y se hundió por causas desconocidas cuando era remolcado a un puerto cercano por un buque de guerra de Seúl.

En la pequeña nave se hallaron los cuerpos de nueve marinos, que aparentemente cometieron suicidio.

Hace sólo un mes, Kim había solicitado a Washington que levantara sus sanciones económicas contra Corea del Norte, pero ahora muchos surcoreanos piensan que la "luz de sol" de Seúl debe apagarse, al menos por un tiempo.

El presidente, en cambio, continúa determinado a mantener su política de flexibilización hacia Pyongyang, pese a lo que muchos consideran una nueva y deliberada provocación norcoreana.

"No fue el aislamiento, sino el compromiso lo que condujo a la desintegración de la Unión Soviética", señaló Kim esta semana en un foro en la Universidad de Koryo.

"Nuestra luz de sol debería ser la herramienta más efectiva contra los radicales norcoreanos", agregó.

Sus declaraciones se produjeron luego de una serie de feroces críticas de los medios de comunicación contra la decisión de devolver los cuerpos de los marinos al Norte sin obtener primero una disculpa de Pyongyang.

"Es deplorable la lenta respuesta de nuestro ejército y el apego de nuestro gobierno a su luz de sol mientras el Norte intenta todavía 'comunizar' al Sur", dice un comentario publicado en Chosun Ilbo, el periódico más vendido del país.

"La política luz de sol sólo funciona cuando la seguridad nacional es lo suficientemente fuerte", advirtió otro periódico, Munwha Ilbo. "Dudamos de la capacidad del gobierno para ordenar las prioridades de seguridad nacional y política de compromiso", agregó.

Mientras, el opositor Partido Hanara citó una reciente encuesta en que 70 por ciento de los entrevistados considera que Seúl manejó mal el incidente del submarino. "Esto demuestra que la política luz de sol no logró un consenso nacional", señaló Kim Chull, portavoz del partido.

La actitud de Kim frente a la incursión norcoreana contrastó con la adoptada por sus predecesores ante casos similares.

Cuando un submarino norcoreano fue detectado en la misma zona en 1996, el entonces presidente Kim Young Sam comenzó a hablar de una "guerra declarada" a menos que recibiera una disculpa del Norte.

Kim Dae Jung anunció que no dejaría pasar el incidente, pero dejó claro que su gobierno trataría la devolución de los cadáveres a Pyongyang como "un asunto separado" del pedido de disculpas de Seúl.

Además, el presidente arguyó que anteriores gobiernos surcoreanos, al hacer mucho aspaviento por acontecimientos como el del submarino, "sólo contribuyeron a debilitar los elementos moderados dentro del régimen norcoreano".

Pyongyang, por su parte, afirmó que el submarino se había desviado accidentalmente de una zona de entrenamiento debido a la corriente. Algunos funcionarios del gobierno norcoreano también habrían declarado que no utilizarán el incidente con fines políticos. (FIN/IPS/tra-en/amy/cb/ml/ip/98

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