El gobierno de Colombia calificó hoy de "acuerdo para la guerra y un primer paso para la paz" la declaración firmada en Alemania por el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) y representantes de la sociedad civil colombiana.
El acuerdo alcanzado en el convento "La Puerta del Cielo", de las afueras de la ciudad alemana de Maguncia, contribuirá a que "la guerra no sea tan arbitraria", dijo el consejero presidencial de paz, Daniel García Peña.
"Pero la confrontación continuará. y ese es el mensaje que tenemos que dar al país", para no crear falsas expectativas, agregó.
La reunión desarrollada desde el domingo hasta este miércoles "sirvió para mucho, pero hay todavía un largo camino que recorrer", advirtió García Peña, cuya participación en el diálogo fue vetada por el ELN, por tratarse de un funcionario del gobierno de Ernesto Samper.
El ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, dijo que en la reunión de Maguncia "se avanzó bastante", y que ve con "simpatía" los compromisos que contrajo el grupo insurgente.
El ELN se opuso a la participación de los gobiernos entrante y saliente en la cita de Maguncia, que fue patrocinada por la Iglesia Católica de Alemania y Colombia.
En el documento firmado, el ELN anunció la suspensión del secuestros a menores de edad, de mujeres embarazadas y de ancianos, y de los ataques a los oleoductos y "las propiedades sociales como acueductos, escuelas y bienes que benefician a la comunidad".
La práctica del secuestro proporciona al ELN 30 por ciento de sus ingresos, según asegura el ejército colombiano.
Un informe de las Fuerzas Armadas, divulgado por la revista Cambio 16 Colombia, indicó que durante el último año, el ELN obtuvo cerca de 100 millones de dólares como rescate por personas secuestradas.
Según el mismo informe, la organización guerrillera tiene en su poder a 79 de las 159 personas que secuestró este año. La mayoría son ganaderos y comerciantes.
El ELN aceptó interrumpir los atentados contra oleoductos a cambio de la creación de una comisión y un foro para discutir la actual política petrolera y crear mecanismos para la protección de los recursos naturales.
Los firmantes del "Acuerdo de la Puerta del Cielo" pidieron también la constitución de una comisión que busque salidas al accionar de los grupos paramilitares, a los que se atribuye 85 por ciento de las masacres perpetradas el último año en el país.
Se acordó también la convocatoria a una reunion amplia de la sociedad civil, de la que participarían 200 delegados y sería preparatoria de la Convención Nacional prevista para antes del 12 de octubre.
Sabas Pretelt, presidente de la no gubernamental Comisión Nacional de Paz, dijo desde Maguncia a la radioemisora colombiana Radionet que en la Convención, el ELN y la sociedad civil se pondrán de acuerdo sobre los temas que luego serán objeto de negociación de los insurgentes con el gobierno.
Según el documento, la Convención Nacional se instalará "en territorio colombiano, en un área en la cual haya un cese al fuego bilateral" y que ofrezca garantías necesarias para todos los participantes.
Los asistentes a las conversaciones de Maguncia expresaron también su beneplácito por la reunión que el 10 de este mes mantuvieron el presidente electo Andrés Pastrana y los jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo insurgente más antiguo y fuerte del país.
El principal dirigente de las FARC, Manuel Marulanda, manifestó en el encuentro con Pastrana que su organización está dispuesta a negociar la paz, y algunos analistas creen que otros grupos armados podrían también participar del proceso puesto en marcha.
Pastrana anunció que la negociación de la paz será prioridad de su gobierno, a instalarse el 7 de agosto. El interlocutor de la administración de Pastrana puede ser la Coordinadora Nacional Guerrillera Simón Bolivar, que está integrada por las FARC, el ELN y el minoritario Ejército Poupalr de Liberación.
Para Antonio Picón, de la no gubernamental Comisión Nacional de Paz, creada por ley para propiciar espacios de conciliación, en la reunión de Maguncia "se avanzó mucho más de lo esperado".
El acuerdo firmado "sobrepasó las expectativas no sólo de las partes firmantes sino de la comunidad internacional", porque refleja disposición a "aportar lo mejor para tratar de construir una nueva Colombia", comentó Picón.
La firma del acuerdo concidió este miércoles con una declaración de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (paramilitares de derecha), que se manifiestaron dispuestas a negociar la paz con el gobierno.
Las Autodefensas Unidas puntualizaron que no se desmovilizarán antes de que lo haga la guerrilla. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98