Los representantes del guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de la sociedad civil de Colombia señalaron en la declaración emitida en Alemania la necesidad de reformas económicas, sociales y políticas para lograr la paz.
El Acuerdo de la Puerta del Cielo, firmado el miércoles por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y por el procurador general de la Nación, Jaime Bernal, el delegado de la Conferencia Episcopal Jorge Martínez Restrepo y el presidente de la Federacion de Comerciantes (Fenalco), Sabas Pretelt.
El ELN renunció, de acuerdo con el documento, a reclutar menores de edad o mayores de 65 años, a privar de libertad a mujeres embarazadas y a realizar secuestros con fines financieros.
La organización guerrillera, la segunda de Colombia detrás de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), sólo renunciará a dinamitar oleoductos cuando se discuta una nueva política petrolera del país.
Esto ocurrirá, según el calendario establecido en las ciudades alemanas de Maguncia y Wurzburgo, antes del 12 de octubre, fecha tope para realizar una convención nacional.
Mientras tanto, los miembros del comando central del ELN presentes en Alemania, Pablo Beltrán y Milton Hernández, no descartaron nuevos atentados contra las empresas petroleras cuyas operaciones perjudiquen al pueblo colombiano, según la organización.
El petróleo representa 20 por ciento de las divisas extranjeras que obtiene Colombia en concepto de exportaciones.
El acuerdo también establece la humanización de la guerra, lo cual obliga al ELN a respetar bienes protegidos por el derecho internacional humanitario, como acueductos, represas, escuelas, centros de salud, vehículos y naves aéreas y marítimas no militares y tendidos de energía eléctrica, entre otros.
Beltrán y Hernández accedieron a las exigencias de Amnistía Internacional y se comprometieron en tal sentido a tratar con humanidad a partir de ahora a los prisioneros y heridos, prohibir homicidios deliberados o arbitrarios y destituir de sus cargos a los guerrilleros que cometan u ordenen abusos.
Pero las conversaciones en Alemania no abordan modos de satisvacer las exigencias que pueda plantear el ejército colombiano, los grupos paramiliatres, los escuadrones de la muerte y el gobierno del nuevo Presidente colombiano, Andrés Pastrana, que no participan en el diálogo.
Beltrán anunció, incluso, que el ELN no se sentará a una mesa con representantes de los grupos paramilitares. El Acuerdo de la Puerta del Cielo prevé tambien un diálogo inicial de sondeo canalizado a través de mesas paralelas.
Los firmantes del acuerdo consideran que obtendrán luego la adhesión de los sectores excluidos de la actual instancia de díalogo, entre ellos las instituciones del gobierno, el ejército, algunos sectores importantes en la economia nacional y las FARC.
También confían en que lograrán el aval del creciente número de ciudadanos cansados de más 30 años de guerra interna y decenas de miles de muertos, así como de militares, paramilitares y guerrilleros. (FIN/IPS/as/mj/ip/98