Las telecomunicaciones de Brasil entran en el juego mundial de los grandes grupos internacionales a través de la subasta realizada el miércoles, que reveló equivocaciones y desconocimiento de ese mercado por parte de los expertos.
El sobreprecio total de 63,74 por ciento sorprendió a todos. Habría sido de 98 por ciento si la evaluación de las consultoras contratadas hubiera sido acogida por el gobierno brasileño, que decidió agregar 20 por ciento sobre el precio mínimo propuesto.
A juzgar por la suma obtenida, 18.930 millones de dólares, el sistema telefónico brasileño vale los 100.000 millones de dólares que se estimaba inicialmente, incluyendo el precio del monopolio.
En efecto, lo que se privatizó el miércoles fue apenas 19,26 por ciento de las acciones de Telebrás, el conglomerado que controlaba el sistema.
Evaluadores privados habían estimado en entre 50.000 y 65.000 millones de dólares el valor total de Telebrás, tras su división en doce empresas para la privatización.
Pero la subestimación se reveló más grave en la telefonía móvil celular, cuyas ocho compañías fueron vendidas a 8.120 millones de dólares, casi el triple del precio mínimo fijado para este segmento, de 2.800 millones.
La Tele Leste Celular, que cubre los estados de Bahía y Sergipe, en el nordeste de Brasil, obtuvo un sobreprecio sin precedentes de 242,4 por ciento, impulsado por la avidez con que los españoles pujaron por cuatro de las 12 empresas subastadas.
La voracidad ibérica sorprendió al mercado y los competidores como uno de los factores que incidió en la elevación general de las ofertas. Telefónica de España y Portugal Telecom, aliadas, encabezan consorcios que respondieron por 50,6 por ciento del total de 18.930 millones de dólares recaudados en la subasta.
Con la adquisición del mercado telefónico de Sao Paulo (Telesp), la Telefónica española consolida su liderazgo en América del Sur, donde ya posee participación importante en el de Chile, Argentina, Perú y Venezuela.
Ese era el objetivo de la agresiva propuesta por Telesp, de 4.950 millones de dólares, 64,28 por ciento superior al precio mínimo, admitió el presidente de Telefónica, Juan Villalonga.
Se eleva así a unos 18 millones la cantidad de teléfonos fijos que la compañía opera en América Latina y la posibilidad de agregar en pocos años otros ocho millones, total de la demanda insatisfecha estimada para los 34 millones de habitantes del estado de Sao Paulo, equivalente a una Argentina entera.
Su gran rival en el mercado regional, Telecom Italia, presente en Argentina, Chile y Bolivia, además de Cuba, aprovechó la oportunidad brasileña para incorporar una empresa de telefonía fija y dos de celulares.
Su participación es minoritaria en esas empresas, frente los fondos de pensión y otros socios brasileños (como la Globopar, vinculada con el imperio de comunicación que incluye la televisión Globo), pero protagónica por ser la operadora de experiencia internacional.
Los italianos no esperaban "tanta agresividad" española, reconoció Aldo di Sanzio, director general de Italia Telecom Internacional, empresa que ocupa el octavo mayor grupo mundial entre las empresas del ramo por ingresos, más de 25.000 millones en 1995, según la revista Fortune.
Por una casualidad, la Telecom quedó con la Tele Centro Sur de telefonía fija, que sirve a ocho estados del sur y oeste de Brasil. Su interés mayor era por la Tele Norte Leste, que comprende el doble de estados, población y teléfonos instalados.
Pero como conquist la primera, cuya subasta se hizo antes, no pudo disputar la otra, por las reglas de la privatización brasileña, que impiden que una misma empresa tenga el control de dos áreas de telefonía fija o celular.
Los europeos, de todas formas, superaron largamente en Brasil a los estadounidenses, otros fuertes jugadores en el mercado mundial de las telecomunicaciones.
Pero la MCI conquistó Embratel, a cargo de la comunicación a larga distancia, en una intensa puja con su coterránea Sprint. Por eso, el sobreprecio en este caso llegó a 47,22 por ciento, contra la expectativa de fuera comprada por el precio mínimo de 1.540 millones de dólares.
La Bell South, otra estadounidense fuerte en el juego latinoamericano, sorprendió por su ausencia. Estimó que los precios estaban muy elevados, pero se prevé que dispute una de las "empresas espejo", previó el ministro de Comunicaciones, Luiz Carlos Mendonza de Barros.
A fines de este año, el gobierno brasileño prevé licitar las concesiones para cuatro empresas, llamadas "espejo" porque competirán con las tres de telefonía fija subastadas y la Embratel. El objetivo es evitar monopolios en cualquier area del país, un error reconocido en la privatización argentina. (FIN/IPS/mo/mj/if cr/98