BRASIL: Empieza campaña electoral con reelección y cuota femenina

El período legal de campaña electoral en Brasil comenzó hoy con 14 candidatos presidenciales, y por primera vez se admite la reelección del presidente y rige una cuota de 25 por ciento de las candidaturas a diputado para las mujeres.

Las mujeres ya dispusieron de una cuota de 20 por ciento en las elecciones municipales de 1996, cuando consiguieron casi duplicar su representación en los Concejos.

Ahora esperan elevar su participación en el parlamento nacional, donde son menos de siete por ciento, y en las asambleas legislativas provinciales.

Intentan también conseguir algunas administraciones estaduales, como el de Sao Paulo, donde es candidata a gobernadora la diputada Marta Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT).

Entre los 14 inscriptos para disputar la presidencia figura el ex presidente Fernando Collor de Mello, aunque sus derechos políticos fueron suspendidos hasta diciembre del 2000, en un proceso parlamentario que lo halló responsable por la corrupción que imperó en su gobierno entre 1990 y 1992.

Su postulación por el pequeño Partido de la Reconstrucción Nacional será probablemente impugnada por el Tribunal Superior Electoral (TSE). Otros once candidatos que representan también minúsculas organizaciones políticas tampoco tienen posibilidad alguna de triunfo.

El único que puede amenazar la reelección del presidente Fernando Henrique Cardoso es Luiz Inacio Lula da Silva, ex dirigente sindical metalúrgico, fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula intenta llegar al poder por tercera vez. Derrotado en 1989 por Collor y en 1994 por Cardoso, ahora lo hace apoyado por una coalición de izquierda que agrupa otro partido laborista, dos comunistas y un socialista.

Su compañero de fórmula es el veterano laborista Leonel Brizola, ex gobernador del estado de Rio de Janeiro.

Lula inauguró su campaña este lunes con una manifestación en las calles de Ceilandia, ciudad periférica de Brasilia, indicando que nuevamente la movilización popular ser el eje de su esfuerzo por ganar las elecciones del 4 de octubre.

La reelección presidencial, siempre prohibida en la historia republicana brasileña, se incorporó a la vida política nacional por una enmienda constitucional aprobada en 1996.

Cardoso es el primer presidente que hace su campaña mientras continúa conduciendo el gobierno, arriesgándose a una permanente batalla judicial.

La coalición izquierdista ya lo acusa de abuso del poder con propósitos electorales por varias medidas que adoptó, como la liberación de recursos para ministerios del área social, lo que empeora el grave déficit fiscal que amenaza la estabilidad económica.

Cardoso y sus asesores políticos sostienen que los recursos estaban previstos en la presupuesto anual y estaban retenidos como un esfuerzo fiscal en el inicio del año para neutralizar los efectos negativos de la crisis asiática. Superado el problema, se vuelve a situación normal, argumentaron.

Pero en las últimas semanas, el presidente anunció varias medidas de impacto que pueden reducir el desempleo, como la liberación de 6.000 millones de reales (5.170 millones de dólares) para la construcción de viviendas y un aumento de 20 por ciento en los créditos agrícolas favorecidos.

Cardoso encabezó también ceremonias de inauguración o lanzamiento de varias obras, entre las cuales figuran centrales hidroeléctricas, carreteras y puertos.

Además del poder, que le permite gran visibilidad en los medios de comunicación y la adopción de medidas populares, el presidente contará con la mayor porción del tiempo de propaganda electoral gratuita por radio y televisión.

Como candidato de una coalición de cuatro grandes partidos y uno pequeño, Cardoso dispondrá de 24 de los 50 minutos diarios que las emisoras se verán obligadas a ceder gratis a los candidatos entre el 18 de agosto y el 2 de octubre. A Lula le corresponderán solo 10 minutos y 33 segundos.

El presupuesto de campaña electoral del presidente registrado ante el TSE también tiene ventaja sobre el resto. Sus gastos previstos ascienden a 73 millones de reales (63 millones de dólares), contra 15 millones de Lula (13 millones de dólares).

Las últimas encuestas ubican a Cardoso con una ventaja de cerca de ocho puntos porcentuales sobre Lula, lo que le abre la posibilidad de resultar electo en la primera vuelta, al obtener más de mitad de los votos válidos.

Pero eso representa una recuperación respecto de inicios de junio, cuando las encuestas mostraban un empate y una caída de la popularidad del presidente a causa de deslices como llamar "vagos" a los jubilados prematuros y las medidas tardías contra incendios amazónicos y la sequía en el nordeste. (FIN/IPS/mo/mj/ip/98

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