Los presidentes de los cuatro países del Mercosur y Chile advirtieron en forma unánime que un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) debe incluir al sector agrícola y propender a la eliminación de los subsidios "o no habrá negociación".
Los mandatarios participantes en la XIV Cumbre de Presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) respondieron a coro con un "no" ante la pregunta de si es concebible un tratado con la UE que excluya a los productos agrícolas o los libere a plazos de 20 o más años.
El pronunciamiento tuvo lugar el viernes durante la conferencia de prensa de cierre de la cumbre en la ciudad argentina de Ushuaia, 3.040 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde el presidente anfitrión, Carlos Menem, entregó la presidencia de turno del bloque a su par brasileño Fernando Henrique Cardoso.
La Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) recomendó esta semana la apertura de la negociación para crear un área de libre comercio con el Mercosur y Chile, pese a las presiones de Alemania, Francia y Bélgica, que rechazan la apertura del mercado europeo a los granos y carnes del bloque sudamericano.
El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, señaló que el Mercosur tuvo la misma política de negociar sin exclusiones cuando los ministros de comercio del hemisferio formularon en febrero en San José las bases para la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Este criterio fue aceptado en la II Cumbre de las Américas, realizada en abril en Santiago de Chile, recordó Sanguinetti, quien a la vez dijo que es necesario matizar las posiciones en la UE, donde la resistencia al tema agrícola procede sobre todo de los intereses que defienden los ministros de ese sector.
El presidente uruguayo, quien llegó a Ushuaia directamente desde Washington, agregó que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, tiene también la voluntad de avanzar en el tema agrícola en el proceso negociador del ALCA, que debe constituirse a partir del año 2005.
Los presidentes coincidieron en criticar los subsidios que los países de la UE mantienen para sus productores agrícolas, que deberían ser desmontados en función de los acuerdos que en 1996 dieron nacimiento en Marrakesh a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La mantención de los subsidios y la exclusión de la agricultura serían la negación de las propuestas impulsadas por los países industrializados que llevaron a todo el mundo al libre mercado, dijo Menem, quien subrayó que "los subsidios no hacen al libre comercio".
Cardoso indicó a su vez que el proceso no es unidireccional, aludiendo a negociaciones simultáneas que el Mercosur deberá asumir en el ALCA y en la UE, explicando que a todos los interlocutores les debe interesar abrir el campo de acuerdos en función de un comercio más transparente.
En otro pasaje de la rueda de prensa, el nuevo presidente de turno del Mercosur demandó también transparencia sobre el manejo de sus finanzas a los países industrializados, en especial a Japón y Estados Unidos, para enfrentar los impactos de la crisis asiática.
Según Cardoso, los gobiernos latinoamericanos han sido transparentes en la adopción de sus medidas duras para contrarrestar las turbulencias cambiarias, bursátiles y financieras originadas hace un año en el sudeste asiático, manteniendo sus políticas macroeconómicas.
Cardoso y Menem destacaron que sus respectivos países cuentan hoy con altos niveles de reservas para defender la estabilidad de sus economías y reclamaron responsabilidad internacional a Japón y a los gobiernos de los países del sudeste asiático en los esfuerzos para restablecer la normalidad en la economía mundial.
Menem sostuvo que la crisis asiática no ha afectado en forma sustantiva a las economías latinoamericanas, al contrario de lo que ocurrió desde fines de 1994 hasta 1995, con la inesperada devaluación del peso mexicano, que propagó el "efecto tequila" particularmente hacia Argentina. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-if/98