La irrupción del euro como la moneda colectiva de la Unión Europea (UE), el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe, tendrá un impacto gradual sobre la región, según un estudio difundido esta semana por el SELA en Venezuela.
América Latina y el Caribe pertenecen a la llamada economía del dólar, la moneda que domina más de 60 por ciento de las reservas mundiales, 80 por ciento de los préstamos bancarios y 40 por ciento de las emisiones en bonos.
El Sistema Económico Latinoamericano (SELA) analizó que cuando el primer día de 1999 entre en funcionamiento el euro como moneda única de 11 de los 15 miembros de la UE, el sistema monetario internacional pasará a contar con "dos grandes jugadores", con capacidad para "cambiar las reglas de juego".
Pero en el caso de los países latinoamericanos y caribeños, el estudio asegura que "el impacto del euro será gradual" porque la moneda europea incidirá en la recomposición de las reservas y las operaciones comerciales y financieras "a medida que se consolide en el sistema internacional".
En el euro no participará inicialmente la libra esterlina entre las monedas con gran peso en el sistema financiero, pero sí estará el marco alemán, que ocupa el segundo lugar, con 14,1 por ciento de las reservas internacionales, según cifras de mayo.
Peter Bekx, jefe de la Unidad de la Unión Monetaria y sus Aspectos Internacionales de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE), dijo a IPS durante una visita a Caracas que desde 1999 emergerá en la práctica un sistema tripolar en las finanzas mundiales, con la triada dólar-euro-yen.
La UE tiene una balanza comercial con la región de 70.000 millones de dólares anuales, con un déficit para América Latina de 10.000 millones, mientras que sus inversiones en la región representan 23 por ciento del total, según cifras del SELA.
El consultor venezolano Nelson Ortiz, quien participó en el estudio del SELA sobre "El impacto del euro en América Latina y el Caribe", consideró que el gradualismo de su efecto para la región va a venir dado por el mismo hecho de que el proceso de la moneda única europea será paulatino y culminará en el año 2002.
Además, planteó que en el corto plazo las consecuencias para la región serán ambiguas, porque se entremezclan los efectos negativos y positivos, pero a mediano y largo plazo será muy positivo, aunque no sea más que por la existencia de dos grandes actores monetarios y no uno solo.
Entre las implicaciones del euro para América Latina, el SELA resalta la que tendrá para la deuda externa. En caso de que el refinanciamiento de los compromisos esté basado en la tasa Libor de Londres, no se sentirá mayor impacto a corto plazo.
Pero los países que hayan atado sus acreencias a la tasa Pibor, la interbanaria de París, sufrirán variaciones, de acuerdo a la tasa de cambio del franco francés respecto al euro.
Se cálcula que desde los primeros meses de 1999, el euro absorberá entre 30 y 35 por ciento de los préstamos contraídos a nivel mundial.
Además, el euro impulsará el mercado de capitales europeos y gracias a la reducción de los costos de operación, el mercado de eurobonos y de acciones rivalizará rápidamente con el de Estados Unidos, asegura el estudio difundido por la Secretaría Permanente del SELA, que aglutina a 28 países y tiene su sede en Caracas.
Paradójicamente, con la llegada del euro se prevé que Londres se convertirá en el gran centro financiero para la transacción y colocación de los eurobonos, porque Gran Bretaña manejará sus cuentas externas en euros, aunque la libra no participe en la moneda europea.
El euro también pasará a actuar en el mercado de futuros, hasta hora feudo exclusivo del dólar, y se convertirá en una de las grandes monedas de reserva.
La moneda única europea dará mayor estabilidad a los movimientos cambiarios intraeuropeos, lo que a su vez limitará los riesgos cambiarios en las operaciones comerciales y financieras de la UE y sus socios del resto del mundo.
Los precios de las materias primas, asegura el SELA, se seguirán fijando en dólares a corto y mediano plazo.
Pero el fortalecimiento del euro encarecerá las exportaciones europeas, mientras hará más competitivas las importaciones, lo que favorecería a la región, la más dinámica del mundo en sus ventas, según la Organización Mundial de Comercio.
Además, las operaciones comerciales con la UE se facilitarán porque los costos de las transacciones que origina la existencia de varias tasas de cambio entre los países europeos, disminuirán al uniformarse en una sola.
El SELA también anticipó que a medida qeu se consolide el euro será más difícil para Estados Unidos mantener su actual déficit de cuenta corriente y seguir siendo el líder mundial en los mercados financieros internacionales.
Pero el organismo advirtió que que si bien la UE ha subrayado su determinación de que el euro no sea una moneda fuerte ni débil, sino estable, esa misma estabilidad no va a estar garantizada con su llegada al sistema monetario interancional.
El euro, precisó el SELA, no se traducirá necesariamente en mayor estabilidad en las fluctuaciones cambiarias ni en el comportamiento general de los flujos de capital en otras regiones.
"No se prevén cambios en la volatilidad del sistema" con el arribo del euro, señaló el estudio, por lo que los países de la región no deberán bajar la guardia en el manejo de sus políticas monetarias y de sus reservas. (FIN/IPS/eg/ag/if/98