El presidente de Chile, Eduardo Frei, concretó esta semana los anunciados recortes del gasto público para enfrentar los efectos de la crisis asiática, en medio de una creciente polémica por la disminución del presupuesto de Salud.
El ajuste del presupuesto del Estado implicará un ahorro en torno a los 210 millones de dólares, de acuerdo a las medidas que el Banco Central y el Ministerio de Hacienda adoptaron conjuntamente el 26 de junio.
Alrededor de nueve por ciento de la reducción del gasto afecta al Ministerio de Salud, según lo anunciado el lunes pasado lo cual generó una inmediata reacción en contra del Colegio Médico y de partidos tanto de la coalición oficialista de centroizquierda como de la oposición de derecha.
Los médicos calificaron la decisión gubernamental como "un golpe bajo a la Salud", en tanto el diputado socialista Sergio Aguiló señaló que la rebaja presupuestaria causa "estupor".
Aguiló sostuvo que la salud pública tenía ya un alto desfinanciamiento y que por tanto no correspondía hacerle nuevos recortes en el gasto, mientras la oposición derechista sostuvo que "el remedio es peor que la enfermedad".
Dirigentes de los partidos opositores Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional señalaron que el país debe hacer un sacrificio para enfrentar el impacto de la crisis asiática, "pero Salud debe ser la primera excepción".
También el senador Mariano Ruiz-Esquide de la Democracia Cristiana, el partido de Frei, insistió en que "no se puede cortar la salud de la gente más modesta", que es la que se atiende a través del sistema público.
El gobierno se propuso reducir el gasto público como parte de los planes generales de ahorro para controlar el consumo e impedir presiones que se traduzcan en el alza del dólar y comprometan las metas de inflación.
Las turbulencias cambiarias y financieras del Asia-Pacífico complican este año a la economía chilena por el cierre de importantes mercados de exportación y caídas en los precios de sus principales productos, en especial el cobre.
Los mayores recortes presupuestarios corresponden al Ministerio de Obras Públicas, pero también se ven afectadas otras carteras del sector social, además de Salud, como Educación y Trabajo.
El área de Defensa también contribuirá al ahorro, en especial la Fuerza Aérea, que postergó la adquisición de una partida de cazas bombarderos para reemplazar equipos ya obsoletos.
El gobierno aseguró que las medidas de ahorro no perjudicarán su agenda social ni el programa de reducción de la pobreza, pero tanto las rebajas en Salud como en Educación fueron consideradas contrarias a esa promesa. (FIN/IPS/ggr/ag/if/98