Unos 150 fotógrafos presentarán sus obras este mes en toda Kenia como parte de una campaña de denuncia del trabajo infantil en este país de Africa oriental.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que entre tres y cuatro millones de niños y niñas integran la fuerza de trabajo de Kenia, con empleos mal remunerados y frecuentemente peligrosos para su integridad física y mental.
Los fotógrafos fueron contactados por Thomas Mogeni, quien dijo que las obras se utilizarán para ilustrar afiches del Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil de la OIT, destinados a "una campaña de concienciación nacional".
Las fotos fueron presentadas en una exposición realizada a fines de junio en Nairobi con los auspicios del British Council y la OIT. Al final de la muestra, Peter Ndirangu, Khamis Ramadhani y Winnie Ogana recibieron premios a las mejores obras.
"Escogimos las fotografías más reveladoras de los problemas asociados con el trabajo infantil en el país", dijo la consultora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Kimberly Gamble, quien fue jurado del concurso.
Los niños aportan entre 20 y 25 por ciento del ingreso familiar en la mayor parte de los hogares pobres de Kenia. La OIT advirtió que el problema podría agravarse si se consideran los niveles de pobreza, el crecimiento de población y la tasa de escolaridad del país.
"Es una lástima que haya desaparecido la cultura africana que daba prioridad a los verdaderos valores de la infancia. Los niños no deberían trabajar a costa de su educación", comentó la responsable del Programa Internacional de la OIT en este país, Mary Mbeo.
Mbeo advirtió que la pobreza es la principal causa del trabajo infantil, y pidió al gobierno de Kenia medidas para atacar este problema social en su raíz.
"La voluntad política es importante si queremos reducir la pobreza. Y si no existe esa voluntad es imposible luchar contra el trabajo infantil", advirtió Mbeo, quien sugirió insistir en medidas para el acceso gratuito a la educación y el fortalecimiento de las economías de los pobres.
Kenia es signataria de convenios internacionales para la protección de los derechos del niño, pero no hace demasiado por lograr que sus disposiciones se ejecuten en la práctica.
El fotógrafo ganador del concurso, Peter Ndirangu, dijo que los artistas seguirán respaldando el trabajo de agencias como la OIT y Unicef. "De ahora en adelante vamos a trabajar en serio", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/pn/mn/lc-ml/cr-hd-pr/98