Organismos estatales y organizaciones de derechos humanos de Honduras informaron que gestionan un nuevo país de asilo para el ex torturador Fausto Reyes Caballero, quien retornó esta semana al país deportado de Canadá.
Reyes Caballero, pieza clave en el esclarecimiento de las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en los años 80 en Honduras, regresó a su país intempestivamente el martes, previo un pasaje fugaz por Costa Rica, lo que generó preocupación en activistas que temen por su vida.
La deportación de Reyes Caballero "nos tomó por sorpresa y desconocemos hasta ahora las causas reales que llevaron al gobierno canadiense a expulsarlo", dijo a IPS Leo Valladares, representante del estatal Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras.
"Ns dijeron que la deportación obedecía a una petición del gobierno de Honduras, pero no existe tal petición y esto nos llama sumamente la atención. Estamos gestionando asilo en otro país para quien consideramos un 'archivo viviente' de las desapariciones", agregó Valladares.
Reyes Caballero residió en Toronto durante más de ocho años como refugiado político, mientras gestionaba asilo. Otros dos ex torturadores militares se encuentran en ese país, donde prestaron testimonio ante las autoridades canadienses y miembros de la Fiscalía del Estado de Honduras.
El presidente del no gubernamental Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Ramón Custodio, afirmó que la vida de Reyes Caballero "corre peligro en este país".
"Si no lo sacamos cuanto antes, es casi seguro que sus ex compañeros de los escuadrones de la muerte lo querrán matar", advirtió.
Reyes Caballero, ex integrante de la Dirección Nacional de Tránsito, reveló al CODEH en 1988 cómo operaba el "batallón militar de la muerte 3-16", responsable de la desaparición forzada de más de 184 personas en la década pasada.
En su testimonio ante organizaciones de derechos humanos y luego ante la Fiscalía del Estado, el ex torturador militar señaló a los responsables de la desaparición y asesinato de los dirigentes estudiantiles y gremiales Miguel Angel Pavón, Alfredo Landaverde y Roger Gonzáles.
En este último caso implicó al actual jefe de las Fuerzas Armadas, general Mario Raúl Hung Pacheco, acusado por el CODEH hace cinco meses en base al testimonio de Reyes Caballero. Los militares niegan su participación y atribuyen la acusación a una campaña de desprestigio.
A su arribo al aeropuerto de Tegucigalpa, Reyes Caballero fue recibido por miembros del Comisionado de los Derechos Humanos, la Fiscalía del Estado y la Dirección de Investigación Criminal (DIC), la policía civil técnico-judicial.
Al mismo tiempo, miembros de los cuerpos de inteligencia del ejército se apostaron en puntos clave del aeropuerto. Los militares siguieron sutilmente a Reyes Caballero hasta la sede de la DIC, en donde se encuentra bajo protección a petición de organizaciones de derechos humanos y la Fiscalía del Estado.
En sus primeras declaraciones, el ex torturador militar dijo que no se retractaba de lo aseverado en su testimonio. Frío en sus respuestas, Reyes Caballero indicó que, si bien no teme por su vida en Honduras, le gustaría "conseguir asilo en otro país". "Lo que dije a los grupos humanitarios es cierto y tengo la conciencia tranquila", agregó.
El martes, cuando se supo de la inminencia de la llegada de de Reyes Caballero, el Comisionado de los Derechos Humanos dijo que sería trasladado a Costa Rica, donde solicitaría asilo, pero el gobierno de ese país descartó esta posibilidad.
Reyes Caballero llegó a la capital de Costa Rica, pero las autoridades de ese país impidieron que se entrevistara con miembros de la Procuraduría de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), denunció Leo Valladares.
"Nos extraña la postura costarricense, porque todo estaba arreglado para que Reyes Caballero se quedara temporalmente en San José. Desconocemos los motivos de ese cambio a última hora", dijo Valladares.
Costa Rica alegó que Reyes Caballero llegó a ese país en calidad de "tránsito" y, por lo tanto, no estaba obligado a recibirlo porque su destino final era Honduras, según versiones de prensa difundidas el miércoles.
Uno de los países a los cuales se podría solicitar asilo es México, aunque también se gestiona ante gobiernos europeos, expresaron activistas.
La llegada de uno de los "archivos vivientes" de las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la última década sembró la alerta entre los grupos humanitarios en momentos en que se procesan varios juicios contra militares responsables de las ejecuciones extrajudiciales. (FIN/IPS/tm/mj/hd/98
