/BOLEDTIN-AMBIENTE/ MEXICO-EE.UU.: Desechos peligrosos acechan en la frontera

México y Estados Unidos no logran controlar la eliminación de desechos tóxicos en la frontera, un hecho agravado por el aumento de la actividad industrial al amparo de acuerdos comerciales, denunciaron grupos ambientalistas de ambos países.

"Hay más preguntas que respuestas", dijo el investigador del Centro de Estudios Políticos de Texas, Cyrus Reed, y agregó que los problemas de eliminación ilegal de desechos peligrosos "se registran a lo largo de toda la frontera".

Los grupos ambientalistas advirtieron que el problema empeorará a comienzos del próximo siglo, pues el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) establece que para entonces las maquiladoras instaladas en México no serán obligadas a devolver los desechos a sus dueños en Estados Unidos.

El problema había sido pronosticado en los agitados debates por la creación del TLC en 1993, cuando los opositores al acuerdo alertaron que el libre comercio permitiría la proliferación industrial en la frontera sin reforzar las medidas de protección ambiental, agravando los problemas de eliminación de desechos peligrosos.

En aquel momento se predijo un dramático aumento en la producción de elementos tóxicos como plomo, mercurio, cloro, cadmio y arsénico, acompañado por una práctica más frecuente de su eliminación en vertederos ilegales e inseguros.

Para hacer frente a estas preocupaciones, el gobierno de Bill Clinton emitió una declaración asegurando recursos para "manejar en forma apropiada los desechos tóxicos e impulsar legislación sobre este tema".

De hecho, los dos gobiernos realizan esfuerzos para mejorar la recolección de datos, las capacidades de vigilancia, la limpieza de vertederos ilegales y la aplicación de leyes sobre desechos tóxicos.

Las autoridades ambientales de México y Estados Unidos crearon un mecanismo computarizado para vigilar los desechos en la frontera, conocido como Haztracks.

El mecanismo permite generar información para el manejo de desechos, ayuda a capturar a productores y transportistas de productos ilegales, y coloca en Internet información sobre los flujos de sustancias peligrosas.

Pero los grupos ambientalistas aseguran que la experiencia del Haztracks no ha sido exitosa.

"Los dos países no se ponen de acuerdo sobre las cifras, hay muy poca información sobre el flujo de sustancias peligrosas originado en Estados Unidos y la que México le entrega a Haztracks suele llegar en forma esporádica", afirmó Reed.

Agregó que el problema se agrava por el enorme aumento del intercambio y el tráfico fronterizo generado por el TLC, que dificulta la detección y el control de sustancias peligrosas.

El TLC debía contribuir a la disminución de las maquiladoras que producen sustancias tóxicas en la zona fronteriza al desviar la inversión hacia zonas alejadas del límite binacional, pero la verdad es que la actividad industrial en la región registró un aumento explosivo, en especial después de la devaluación del peso mexicano en 1994-95.

En México hay 3.500 maquiladoras (industrias de zona franca), de las cuales 2.000 están ubicadas a 100 kilómetros o menos de la frontera.

La organización Ciudadano Público de Washington, un grupo dedicado a la defensa de intereses ciudadanos, informó que el número de trabajadores de las maquiladoras aumentó en 50 por ciento desde que entró en vigencia el TLC, y la mayoría de esos trabajadores fueron empleados en la región fronteriza.

El aumento de las industrias incrementa el riesgo de los desechos peligrosos, argumentan los ambientalistas. Sin embargo, la deficiencia en la información sobre el tema es evidente.

Las últimas cifras disponibles en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos son de 1995, cuando según esta institución se produjo un aumento de 30 por ciento en el tráfico fronterizo de desechos peligrosos, que sumó 279 millones de toneladas.

En cambio, las autoridades del Instituto Nacional de Ecología afirmaron que las maquiladoras produjeron sólo 10,7 millones de toneladas de desechos en 1997, cifra que igualmente representa un aumento frente a las ocho millones de toneladas de 1996.

"La escasez de información sobre generación y eliminación de desechos peligrosos en México es aún mayor cuando se trata de la zona fronteriza, donde las leyes para controlar a las maquiladoras aún son débiles", dijo Reed.

Los ambientalistas temen que el problema empeore cuando se libere el intercambio entre los dos países, al amparo del TLC.

En este momento sigue vigente un tratado de La Paz de 1983 que ordena a las maquiladoras mexicanas devolver los desechos peligrosos al país de origen. Pero el TLC anulará esta disposición a comienzos del próximo siglo.

El Centro Legal Nacional para el Libre Comercio Interamericano, una organización con sede en Arizona, advirtió que la eliminación ilegal de los desechos es estimulada por la falta de vigilancia y el alto costo que implica el uso de los dos vertederos legales habilitados en México.

Una de las propuestas para enfrentar la realidad que vendrá después del 2000 es la creación de nuevos vertederos en México.

Mientras, un Frente Común para la Defensa Ambiental de México, que convoca agrupaciones ecológicas y de derechos humanos, pide evaluaciones de impacto ambiental e información pública sobre los nuevos vertederos.

"No quiero que mi casa se convierta en vertedero de otro país", dijo un médico que participa en la Alianza Cívica de Hermosillo, Germán Ríos Barceló. (FIN/IPS/tra-en/dk/lc-ml/en/98

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