El rey de Bhután, una de los últimas monarquías absolutas y hereditarias del mundo, propuso amplios poderes para la nueva Asamblea Nacional, incluido el de forzar la abdicación del monarca mediante una moción de censura.
"La medida nos sorprendió a todos en Bhután, pero el rey está determinado a que su iniciativa sea aceptada en la Asamblea", declaró Tashi Phuntsog, secretario del cuerpo legislativo.
El rey Jigme Singye Wangchuk disolvió la semana pasada su gabinete de 22 miembros y presentó al parlamento un edicto real con una serie de reformas para "promover una mayor participación en la toma de decisiones" en este país montañoso de 675.000 habitantes, situado entre China e India.
En su 76 sesión, iniciada el 29 de junio, la Asamblea Nacional discutió la primera serie de propuestas y decidió emprender la creación de un gabinete con mayoría de miembros elegidos, y no designados por el rey.
Por primera vez en la historia de Bhután, los aspirantes a cargos en el gabinete nombrados por el rey se sometieron a la votación de la Asamblea.
Seis nuevos ministros pasaron por el proceso de ratificación mediante votación secreta. El nuevo canciller, Jigme Thinley, fue el que recibió más votos (136 de los 140 miembros de la Asamblea), y el nuevo ministro del Interior, Thinley Gyamtsho, el que obtuvo menos (120 votos).
"Para un país como Bhután, esto fue un gran acontecimiento. ¿Pueden imaginarse a 20 legisladores rechazando un candidato del rey en su presencia?", preguntó Kinley Dorji, director del único grupo de periódicos del reino, Kuensel.
Cuando termine el mandato de esos ministros, dentro de cinco años, "puede haber una competencia muy dura", anticipó Dorji.
Tras la elección de nuevos ministros, que sustituyeron a veteranos como Dago Tshering y Dawa Tshering, con más de 20 años de servicio, la Asamblea Nacional eligió también a seis nuevos miembros del Consejo Asesor del Rey.
Junto con un candidato del rey y otros dos elegidos por el clero, los aspirantes aprobados por la Asamblea formarán el nuevo gabinete de Bhután, que tendrá facultades ejecutivas absolutas.
" 'Consenso' será la palabra clave en el proceso de toma de decisiones del gabinete", explicó el secretario Tashi Phuntsog, y añadió que el rey sólo deberá ser informado de asuntos relativos a la seguridad e integridad territorial del país.
Fue relativamente fácil para Wangchuk impulsar su propuesta de un gabinete más eficaz y responsable, pero tendrá dificultades para que la Asamblea acepte la segunda parte del paquete de reformas.
Según esa segunda serie de iniciativas, la Asamblea Nacional debería emitir regularmente un voto de confianza al rey y tendría poderes para forzar la abdicación del monarca por una mayoría de dos tercios.
Durante el debate de esta semana, algunos miembros de la Asamblea expresaron reservas hacia una medida tan drástica, arguyendo que "Bhután todavía no está preparado".
"Algunos miembros están claramente nerviosos. Ellos creen que la Asamblea debe crecer en estatura y confianza antes de aceptar tanta responsabilidad", comentó Tenzin Druba, un integrante de la Asamblea procedente de Tongsba, en el centro del país.
Otros señalaron que "intereses creados" podrían influenciar la Asamblea sobre asuntos cruciales como un voto de confianza al rey.
Los cambios probablemente no resulten suficientes para los disidentes exiliados, quienes no aceptan nada menos que una democracia multipartidaria con monarquía constitucional.
"Pero para el bhutanés medio, estas reformas son radicales, y ni siquiera estaba preparado para ellas", comentó Dorji, del diario Kuensel. Diplomáticos extranjeros en Thimbu concordaron.
Sin embargo, es improbable que los cambios permitan el retorno de decenas de miles de refugiados de origen nepalí que afirman haber huido de Bhután por causa de la persecución que sufrían.
"Esto se ha transformado en una situación del tipo 'ellos y nosotros', y el rey no puede permitirse agitar los sentimientos populares", declaró un funcionario de la cancillería. (FIN/IPS/tra-en/sp/an/ml/ip-hd/98