La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió retractarse de un recorte de 50 por ciento en su presupuesto para el sur y el sudeste de Asia, en vista de los graves problemas que enfrenta la región.
Autoridades de la OMS confirmaron en la sede regional de Nueva Delhi que la institución optó por reducciones graduales no superiores a tres por ciento anual, durante un máximo de tres años.
Los recortes en los aportes de la OMS habían sido aprobados en la 101 reunión del comité ejecutivo de la Organización, en enero de este año, con la finalidad de reasignar esos fondos hacia Africa y Europa, cuyo presupuesto aumentará 56,6 y 32,2 por ciento respectivamente.
El sur y el sudeste de Asia iban a ser las regiones más golpeadas con una reducción de 99 millones de dólares a 51 millones en el presupuesto bienal, lo cual hubiera afectado gravemente los programas de salud impulsados por la OMS.
Tras el cambio de estrategia que contempla una reducción gradual, el presupuesto de 16 millones de dólares correspondiente a India no debería bajar más de 12 por ciento, de acuerdo con estimaciones preliminares.
Los representantes de la OMS dijeron que los detalles de este plan de reducción en los aportes serán precisados durante la visita a India de la nueva directora general de la organización internacional, la noruega Gro Harlem Bruntland, prevista para comienzos de septiembre.
La reducción en los aportes a India se anunció justamente cuando este país está afectado por las sanciones internacionales en represalia a sus pruebas nucleares. Por otra parte, coincide con el propósito de aumentar el presupuesto nacional de salud de 600 a 625 millones de dólares.
India, que es el segundo país más poblado del mundo (920 millones) y tiene severos problemas de salud pública, hubiera perdido la tercera parte de los aportes de la OMS de haberse mantenido el plan original del comité ejecutivo de esta entidad.
Autoridades indias advirtieron que la cobertura de inmunización, considerada como indicador básico para decidir sobre los recortes financieros, no significaba que también se hubieran resuelto otros factores perniciosos para la salud de los más necesitados.
En argumentaciones presentadas a la OMS, representantes indios recordaron que más de 40 por ciento de los habitantes del sur y el sudeste de Asia están en condiciones de extrema pobreza, lo que dificulta su acceso a la atención en salud.
Por otra parte se consideró el hecho de que países cuyas economías iban por buen camino, como Indonesia o Tailandia, fueron afectados por la súbita crisis asiática y necesitan los recursos de la OMS para complementar sus iniciativas nacionales.
Sin embargo, el argumento más sólido contra los recortes tuvo que ver con las estadísticas: una región donde vive la cuarta parte de la población mundial registra 41 por ciento de la mortalidad causada por enfermedades infecciosas.
El experto de la Comisión Independiente para la Salud en India, Aloke Mukhopadhyay, advirtió que los problemas del sector no se deben a una simple falta de recursos, sino también a su deficiente utilización.
"Parece que el gasto no tuviera ningún efecto, pues hay una gran cantidad de pobres marginados de la salud básica en India", dijo Mukhopadhyay.
El gasto en salud de India es de 21 dólares por habitante, superior a los de Indonesia, Filipinas y Sri Lanka, que sin embargo tienen mejores resultados. Este país también tiene 41 médicos por cada 100.000 habitantes, por encima de las otras naciones mencionadas.
Mukhopadhyay consideró que el sistema de salud tiene "filtraciones", causantes de que personas en buenas condiciones económicas se beneficien de recursos asignados para los más pobres.
El consultor económico Bharat Jhunjhunwala dijo que la mala utilización de los fondos tiene que ver con la existencia de procedimientos engorrosos y de cuellos de botella entre las administraciones centrales y estatales.
Organismos internacionales donantes de ayuda han protestado porque los ministerios de Salud y de Finanzas se resisten a perder su influencia a favor de otorgar control de los fondos a los estados. El proceso de asignación de estos recursos puede demorar hasta cinco años en la cadena burocrática india.
El Banco Mundial mencionó a India en su informe de 1993 como el único país al cual se le habían cancelado préstamos destinados al sector salud, debido a que no habían sido utilizados. (FIN/IPS/tra- en/rdr/an/lc-ml/he/98