El presidente de Argentina, Carlos Menem, anunció hoy su decisión de renunciar a la competencia partidaria por la candidatura presidencial de 1999, una ambición que había colocado al gobernante Partido Justicialista al borde de la ruptura.
"Tras un análisis meditado y sereno, decidí excluirme de la competencia", dijo Menem ante gobernadores y legisladores justicialistas, apenas cuatro días despues de un congreso partidario que él mismo había convocado para obtener apoyo para su candidatura.
De esta manera, deja el camino libre a su principal rival en el partido, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, que amenazó con convocar un plebiscito que mostraría la escasa adhesión popular del proyecto reeleccionista.
También resurge la precandidatura del ex cantante Ramón "Palito" Ortega, que había sido previsto como "delfín" en caso que el presidente no lograra la habilitación. "Esto es un verdadero renunciamiento, alejado de toda especulación, y muy sincero", dijo Ortega en torno al anuncio.
Pero las encuestas indican que hoy las mayores posibilidades de triunfo en los comicios presidenciales de 1999 recaen sobre los dos principales dirigentes de la Alianza de oposición, el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, y la diputada Graciela Fernández Meijide.
La reforma constitucional de 1994 permitió a Menem acceder a un segundo período presidencial, aunque rechazó la posibilidad de un tercero.
Por eso Menem, que ejerce su segundo mandato, procuraba una nueva reforma constitucional o una sentencia de la Corte Suprema de Justicia para autorizarlo, todas gestiones que se harían con el impulso de su partido.
Pero el congreso realizado el viernes con esa finalidad no contó con la representativo que se esperaba.
Duhalde y sus congresales, así como representantes de otros distritos, no asistieron y anunciaron que lo impugnarían, y el número de participantes que votaron masivamente a favor de la candidatura de Menem apenas superó el mínimo requerido.
Asimismo, las encuestas no eran favorables a la postulación. Al menos 65 por ciento del electorado se opone a una reforma constitucional para autorizar otro período de Menem, que apenas recoge 17 por ciento de apoyo en los sondeos de imagen.
Ante este panorama, Menem citó este martes a gobernadores y legisladores y les pidió que dejen de lado las acciones previstas para habilitar su tercera postulación.
El presidente aseguró que aspira a que su gobierno finalice el 10 de diciembre de 1999, como prevé la Constitución, para ser sucedido por otro justicialista que siga con su obra, dijo.
También prometió renunciar a la inmunidad para poder ser investigado. Aludió así a los argumentos de la oposición que en los ultimos días interpretaba la ambición de continuidad de Menem como una forma de ocultar un supuesto enriquecimiento ilícito.
La decisión de Menem tomó por sorpresa a partidarios y opositores.
En la vispera, el presidente había publicado una carta en los matutinos en la que instaba a sus camaradas a mantener la unidad y el diálogo dentro del partido, pero nada hacía suponer que pocas horas después anunciaría su autoexclusión de la puja por la candidatura.
El senador justicialista Eduardo Bauzá, uno de los hombres más cercanos a Menem, aseguró que el presidente tomó la decisión en soledad, y convencido de que así evitaría la ruptura del partido que tiene más de medio siglo de historia.
En cambio el ministro del Interior, Carlos Corach, opinó que la renuncia se produjo porque el presidente no quiso arriesgar la continuidad de la transformación económica que viene realizando desde 1989, cuando asumió por primera vez.
La oposición celebró el anuncio. El aliancista De la Rúa consideró que la decisión "pone a salvo la Constitución". "Ahora podremos dejar de lado esta locura que creaba tensiones políticas, y volver a discutir sobre lo que realmente le interesa a la gente", añadió.
También la diputada Fernández Meijide sostuvo que es "muy bueno" que los gobernantes aprendan que la ley esta por encima de las apetencias personales. (FIN/IPS/mv/mj/ip/98