Los empresarios de Africa están cada vez más interesados en hacer frente al problema del sida para evitar perjuicios económicos, pero de un modo justo y no discriminatorio hacia quienes padecen el síndrome.
"El sida es malo para los negocios. Las empresas invierten muchos para capacitar a sus empleados y luego se esfuerzan para evitar que sean reclutados por la competencia, pero ahora tenemos al sida, peor que cualquier otro rival", advirtió Lucy Hunter, representante de la Coalición de Empresarios de Botswana.
En un seminario empresarial celebrado en la capital de Kenia, Hunter y otros empresarios de Africa austral y oriental consideraron estrategias para amortiguar los efectos del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en el personal en las empresas.
"Nuestra única alternativa es la prevención. Ni siquiera podemos alegar que la prevención es mejor que la cura, pues la cura no existe", advirtió el representante del Barclays Bank de Kenia, Julius Namale.
En el seminario se discutieron durante de tres días estrategias destinadas a brindar un trato justo, no discriminatorio y con mayor asistencia médica a las personas afectadas por el síndrome y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
"Trabajamos con el sector público y privado para conseguir que las estrategias aseguren un trato justo a los empleados, además de proteger la inversión de la empresa y sus recursos humanos", dijo el representante del Organización Africana de Sindicatos Unidos, Rene Lowenson.
De acuerdo con estadísticas de las Naciones Unidas, las dos terceras partes de los 31 millones de personas que padecen sida en todo el mundo viven en Africa.
Cada año fallecen en todo el mundo dos millones de personas. Ochenta por ciento de esas muertes ocurren en Africa.
En Zimbabwe, una de cada cuatro muertes de adultos se debe al sida. Cuarenta y tres por ciento de las mujeres embarazadas de Botswana están afectadas por el síndrome. En Sudáfrica hay tres millones de casos registrados.
En el encuentro se destacó que la mayor parte de las muertes por sida afectan a personas en su edad más productiva, entre 20 y 50 años, en una etapa de la vida en que podrían contribuir al crecimiento de las economías de sus países.
Un estudio de la Coalición Empresarial de Botswana determinó que, con un porcentaje aún bajo de portadores del VIH que desarrollan la enfermedad, el costo del síndrome para las compañías de este país equivale a 0,7 por ciento de los recursos destinados a los salarios.
Pero en cinco años más la situación se habrá agravado, y esos costos serán equivalentes a 12 por ciento de los recursos destinados a salarios.
Hunter mencionó experiencias en fábricas en Zimbabwe que demostraron que con una inversión anual de seis dólares por empleado fue posible realizar estrategias de prevención y educación que redujeron en un tercio el número de contagios.
Algunas de esas fábricas ofrecieron asesoramiento y exámenes confidenciales, mientras otras complementaban estas actividades con campañas educativas, a cargo de los propios trabajadores.
El Barclays Bank de Kenia, por su parte, informó que sus estrategias le permitieron reducir la demanda de servicios de salud y eliminar actitudes discriminatorias de los enfermos de sida. "La discriminación fue reemplazada con apoyo y solidaridad", dijo Namale.
Compañías mineras de la región informaron que las comunidades cercanas a las zonas de explotación reciben información sobre el sida y preservativos para prevenir los contagios.
Pero los organizadores del seminario destacaron que, si bien se nota una mayor conciencia sobre el problema, la mayor parte de las empresas aún no lo toman en cuenta. «Nos gustaría que muchas compañías se sumen a lo que están haciendo unas pocas", comentaron. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/lc-mj/he/98