La secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, reiteró hoy en Venezuela el derecho de su gobierno a no otorgar visa al ex líder golpista local y candidato a la presidencia Hugo Chávez.
"Tenemos leyes y derecho a aplicarlas y esa es nuestra decisión", afirmó Albright al confirmar la medida de Washington de no permitir la entrada a su país de Chávez, a quien le fue denegada la visa en abril.
Chávez, de 43 años, es según las encuestas el aspirante con mayor opción de triunfo en los comicios presidenciales del 6 de diciembre, después de comandar en 1992 el primero de los dos cruentos intentos de golpe de Estado habidos ese año.
El ahora teniente coronel retirado salió libre en abril de 1994, cuando el actual presidente, Rafael Caldera, sobreseyó el caso en su contra, así como el del resto de las dos asonadas contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-93).
Caldera se mostró alarmado el lunes, al inaugurar en Caracas la 28 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), de que los problemas pendientes de solución por la democracia estén despertando peligrosas añoranzas dictatoriales.
El presidente llamó a los demócratas a unirse en defensa de la democracia, en unas palabras que delegados de la OEA y analistas internos sintieron dirigidas al electorado venezolano, que muestra simpatías mayoritarias por la opción de Chávez.
Chávez supera desde abril en intención de voto a la alcaldesa Irene Sáez, conocida internacionalmente por haber sido Miss Universo en 1981, dentro de un panorama electoral incierto en que prima el rechazo a la partidocracia que ha gobernado el país durante las cuatro décadas del actual ciclo democrático.
Albright partió al finalizar este martes de regreso a Washington tras participar durante la jornada en la asamblea, que será clausurada este miércoles con una declaración de reforzamiento de la OEA como organismo defensor de la democracia continental.
La secretaria estadounidense rechazó especular sobre si Washington cambiará su posición sobre Chávez en caso de que en diciembre los venezolanos lo elijan presidente, cargo que debería asumir en febrero de 1999.
"Se trata de algo muy hipotético", dijo Albright en rueda de prensa, mientras se negó a especular sobre unas elecciones, cuyo resultado dependerá de la voluntad del pueblo venezolano.
Tampoco quiso comentar la diferencia entre otro de los cabecillas golpistas de la intentona del 4 de febrero de 1992, Francisco Arias, a quien nunca le fue negada la visa y ahora es gobernador del petrolero estado de Zulia.
La secretaria se limitó a asegurar que Estados Unidos defiende la democracia en América Latina y el Caribe, y que Chávez dirigió un violento ataque contra un gobierno democrático venezolano, por lo que Washington usó su derecho a no permitirle el ingreso.
El subsecretario saliente para Asuntos Latinoamericanos y próximo embajador estadounidense en México, Jeffrey Davidow, era el representante diplomático de su país en Caracas cuando fue abortada la cruenta rebelión, que sumergió a Venezuela en una crisis institucional de la que se ha respuesto sólo parcialmente. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98