TRABAJO: Conferencia reafirma normas laborales fundamentales

La Conferencia Internacional del Trabajo aprobó una declaración sin poder vinculante que reafirma el compromiso de respetar los derechos laborales básicos amenazados por el fenómeno de la mundialización.

La declaración, adoptada el jueves con el voto de una mayoría abrumadora de delegados gubernamentales, patronales y obreros, se relaciona con el debate sobre la posibilidad de supeditar el comercio al cumplimiento de las normas laborales.

El texto aprobado descarta ese condicionamiento, al enunciar que las normas de trabajo no deberían utilizarse con fines comerciales proteccionistas.

En un párrafo reclamado con insistencia por gran parte de los países en desarrollo, se sostiene que "no debería en modo alguno ponerse en cuestión la ventaja comparativa de cualquier país".

A pesar de esas aclaraciones, los gobiernos de 19 países en desarrollo se abstuvieron en la votación. En la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la abstención se considera voto negativo.

La posibilidad del condicionamiento del comercio al cumplimiento de los derechos fundamentales del trabajo fue reclamada en los últimos años por los países del Norte industrial y las centrales sindicales, que favorecen un acercamiento entre la OIT y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El secretario de Trabajo de Estados Unidos, Alexis Herman, interpretó que el texto aprobado "demuestra nuestra capacidad y voluntad para avanzar en un esfuerzo para percibir el comercio y las cuestiones laborales como complementarias y no excluyentes".

Herman advirtió que la política de Estados Unidos tiende a forjar una relación entre la OIT y la OMC porque "para fortalecer el sistema comercial es vital la protección de los derechos fundamentales en el trabajo".

Entre los países que desaprobaron la declaración figuran Egipto, Indonesia, Malasia, México, Birmania, Pakistán, Perú, Sudán, Siria y Vietnam.

La declaración votada compromete a los gobiernos a cumplir con cuatro principios y derechos fundamentales, entre los que figuran la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.

Las otras normas incluyen la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Junto con la declaración, la Conferencia adoptó un mecanismo de seguimiento que contempla la elaboración de un informe cada año sobre la ratificación y cumplimiento de los principios y derechos aprobados.

El mecanismo de seguimiento fue uno de los aspectos más cuestionados por los países en desarrollo, que expusieron su temor ante eventuales amenazas de injerencia externa por cuestiones sociales.

La delegación de México resaltó al respecto que la declaración sólo tiene carácter promocional de los derechos laborales y carece de valor vinculante.

El director general de la OIT, el belga Michel Hansenne, precisó que la declaración "no tiende a castigar o a condenar a nadie".

Por el contrario, sirve para promover los principios y derechos fundamentales contenidos en la misma declaración, dijo Hansenne, que en marzo dejará la dirección de la OIT en manos de su sucesor elegido, el chileno Juan Somavía.

La Conferencia Internacional del Trabajo, que este jueves concluyó tres semanas de deliberaciones, debatió también un proyecto de convenio y de recomendaciones sobre el trabajo infantil.

La discusión de la iniciativa, destinada a erradicar la explotación de unos 250 millones niños y adolescentes de cinco a 14 años en todo el mundo, se completará en la próxima sesión de la Conferencia, en 1999. (FIN/IPS/pc/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe