Una terapia de corto plazo con la droga AZT que reduce 51 por ciento la transmisión del VIH de madre a hijo fue celebrada como un hito médico en la protección de la salud infantil, en particular en Africa y Asia.
El anuncio simultáneo de que el gigante farmacéutico Glaxo Wellcame pretende reducir el costo del AZT a unos 50 dólares por aplicación en los países en desarrollo, alimentó esperanzas de que cerrarse la llamada "brecha de tratamiento" entre ricos y pobres.
Pero la polémica rodea el consejo de los médicos a las madres infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) para que no amamanten a sus hijos.
La terapia de corto plazo fue anunciada en marzo, después que un estudio realizado en Bangkok bajo el auspicio del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), el Ministerio de Salud de Tailandia y el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos.
El tratamiento consiste en dosis orales de AZT, una droga para el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que está lejos de curarlo, dadas a madres embarazadas con sida.
El tratamiento con AZT no es nuevo. Mujeres embarazadas con VIH y sus recién nacidos han sido tratados rutinariamente con AZT desde 1994 en países ricos. La droga, cuando se administra por vía intravenosa durante varias semanas, reduce 68 por ciento el riesgo de transmisión de madre a hijo.
Hasta ahora, las mujeres en países pobres no tenían esta opción. El costo del tratamiento con AZT para madre e hijo es de unos 1.000 dólares, muy por encima de las posibilidades de los países en desarrollo con presupuestos de salud de menos de 10 dólares por habitante.
Además, el hecho de que fuera administrado intravenosamente bajo supervisión regular lo hacía inapropiado para condiciones en el terreno.
Pero un componente clave, y polémico, del éxito de la terapia, es recomendar a las madres infectadas que no amamanten a sus hijos. Las participantes tailandesas dieron a sus hijos sustitutos artificiales de la leche materna para impedir la transmisión del sida a través del amamantamiento.
Datos de países en desarrollo indican que hasta la mitad de las transmisiones madre a hijo de VIH se deben al amamantamiento.
Los esfuerzos internacionales por encontrar un tratamiento fueron impulsados por una predicción de que el sida podría aumentar la mortalidad infantil hasta 75 por ciento, y 100 por ciento la mortalidad de menores de cinco años 100 en las regiones más afectadas en el 2010.
Los defensores de la leche materna alegan que si las madres africanas dejan de alimentar a sus hijos con su propia leche, la tasa de mortalidad podría duplicarse.
El amamantamiento es una de las historias exitosas de Africa. Su promoción salva muchas vidas, brindando una protección vital contra enfermedades infantiles como diarrea y afecciones respiratorias mucho más comunes que el VIH.
Pasar de la leche materna al biberón no se plantea en países africanos donde el costo de los sustitutos infantiles es prohibitivo y falta el acceso al agua potable. Los defensores de la leche materna en Zimbabwe estiman que el costo de brindar suficiente cantidad de la fórmula más barata a un bebé por año supera los 280 dólares.
Debido a esta realidad, y ante la ausencia de tratamiento, las agencias internacionales de salud aconsejaron a las mujeres que amamantaran tuvieran o no VIH, en especial en Africa Subsahariana y otras regiones donde las enfermedades infecciosas infantiles son comunes y no hay forma de determinar la presencia del virus.
Pero después del estudio en Tailandia, nuevas directivas para la política de alimentación infantil fueron presentadas en abril. Isabelle De Vincenzi, de ONUSIDA, dijo que "ahora se recomienda que las mujeres con VIH hagan una elección informada sobre una base individual, y sean respaldadas en su opción".
No obstante, agregó, "debe haber una fuerte promoción del amamantamiento para las mujeres sin VIH y las que desconocen su situación".
ONUSIDA promoverá pruebas confidenciales de VIH, el asesoramiento a las mujeres, y el uso del régimen de corto plazo con AZT. Se aconsejará a las mujeres que utilicen fórmulas sustitutas, ya que el amamantamiento podría reducir significativamente la eficacia del tratamiento con AZT.
Además, "el tratamiento no se retirará a las mujeres si escogen amamantar", dijo De Vincenzi.
UNAIDS' ambitious plans may not be easy to implement in countries where health infrastructures are weak and resources scarce.
No obstante, los ambiciosos planes de ONUSIDA no serán de fácil implementación en países en que la infraestructura es insuficiente y los recursos escasos. (FIN/PANOS/tra-en/ro/fs/dds/lp/he/98)
(*) IPS pone a disposición de sus suscriptores este material por un acuerdo de distribución con la institución internacional de comunicación Panos Features, de Londres