Los primeros envíos de medicamentos de un plan piloto contra el sida comenzaron a llegar a Costa de Marfil y Uganda, dos países africanos cuya población está infectada en diez por ciento por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante de la enfermedad.
Los antirretrovirales, hasta ahora los últimos fármacos descubiertos para combatir la epidemia, son subsidiados por el Programa Conjunto de la Organización de las Naciones Unidas contra el SIDA (ONUSIDA) y por varias transnacionales farmacéuticas.
La iniciativa de ONUSIDA para favorecer el acceso a menor costo a los remedios contra el VIH de amplios sectores de la población de los países en desarrollo, beneficia también a Chile y Vietnam.
El ministro de Salud de Uganda, C. Kiyonga, participante de la conferencia mundial sobre el sida que sesiona hasta el próximo viernes en Ginebra, admitió que su país carece de recursos para la adquisición de esos medicamentos de última generación.
El presupuesto del gobierno ugandés para el presente año fiscal contempla egresos por un total de 1.200 millones de dólares.
"Si tuviéramos que poner bajo tratamiento a todos nuestros compatriotas VIH positivos, necesitaríamos entre 1.000 y 1.500 millones de dólares por año", explicó Kiyonga.
Las mismas estrecheces predominan en Costa de Marfil, donde una bi-terapia (dos fármacos antirretrovirales) cuesta 4.200 dólares por año y la triple terapia, alrededor de 8.000 dólares.
Sólo 400 personas disponen de recursos en Costa de Marfil para acceder a esos nuevos tratamientos eficaces, reconoció el ministro de Salud, Maurice Kakou Guikahue.
Guikahue indicó que esas penurias económicas reflejan el tema dominante de la conferencia sobre el sida, convocada para estudiar las soluciones para "Reducir las desigualdades" entre enfermos de países del Norte industrializados y del Sur en desarrollo.
Todos saben que el empleo de tratamientos antirretrovirales, junto con métodos de prevención, disminuyen los riesgos de la enfermedad, y que esos antirretrovirales son excesivamente costosos para los pacientes del mundo en desarrollo, dijo Guikahue.
Una parte del mundo, el Norte, ataca el sida con la doble estrategia de prevención y tratamiento mientras el resto, los países en desarrollo, se debe conformar sólo con la prevención, lamentó.
El ejemplo de Vietnam demuestra que en los países pobres, los servicios de tratamiento se enfrentan con un cúmulo de dificultades, señaló Chung A, vicepresidente del Comité Nacional del Sida en esa nación asiática.
El primer caso de VIH se registró en Vietnam en 1990. Las últimas estimaciones indicaron que más de 80.000 personas se encuentran infectadas, de las cuales 10.000 sufren la plena manifestación del sida.
El funcionario vietnamita calculó que más de 80 por ciento de la población del país tiene conocimiento sobre la prevención en VIH/sida.
"Pero afrontamos escasez de medicinas y también carencia de experiencia y conocimientos sobre tratamiento médico de los pacientes de VIH", dijo Chung A.
En Chile, donde se registran 20 casos de VIH por cada 100.000 habitantes, el gobierno comenzó a trabajar en el sida con el advenimiento del sistema democrático, a mediados de los años 90, dijo Raquel Child, administradora del Programa Nacional de Sida en el país sudamericano.
Como el resto de los países englobados en el programa piloto, Chile también afronta limitaciones económicas y carece de otros recursos para las campañas contra el sida.
Con el apoyo del programa de ONUSIDA, en Chile se podrá llegar a prestar tratamiento a todos los pacientes de VIH/sida, pronosticó Child.
La iniciativa de ONUSIDA tiende a identificar las estrategias apropiadas para favorecer el acceso a los antirretrovirales y también a los fármacos para la prevención y el tratamiento de las infecciones oportunistas relacionadas con VIH/sida.
ONUSIDA informó este martes que a las tres compañias fármaceuticas participantes desde un principio en la iniciativa, Glaxo Wellcome, F. Hofmfman-La Roche y Virco N.V., se han sumado otras dos: Brystol Myers Squibb y Organon Teknika. (FIN/IPS/pc/ff/he/98