El Movimiento de los No Alineados (NOAL) tropieza con altos costos financieros a la hora de proponer una estrategia que garantice la cobertura universal de salud de la población el próximo siglo.
Representantes de 69 países de los 113 miembros de NOAL reunidos desde el jueves en La Habana para concertar una política que permita que la meta Salud para Todos en el 2000, establecida por la Organización Mundial de la Salud pero no cumplida, sea algo más que un sueño en los países del Sur en desarrollo.
La reunión a puertas cerradas, que concluye este viernes, aprobará un documento que más que una declaración política debería convertirse en un plan de acción, según asistentes.
El presidente de los NOAL, el mandatario colombiano Ernesto Samper, dijo el jueves que la organización "debe asegurar el tránsito de nuestros viejos, asistencialistas y endogámicos modelos de salud pública (en los países en desarrollo) hacia unos más modernos, eficientes y transparentes de seguridad social".
Samper inauguró la 23 reunión de ministros de Salud de los NOAL, primera de su tipo que se realiza fuera de la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sobre los desafíos para el próximo siglo, advirtió que los NOAL tendrán que convencer al mundo de que "un proceso de globalización que no tenga en cuenta los costos sociales que genera la lógica salvaje del mercado puede convertirse en una seria amenaza para la convivencia planetaria misma".
Más de 20 jefes de delegaciones intervinieron en la primera jornada para manifestar sus posiciones sobre reforma de los sistemas de salud, la cooperación técnica Sur-Sur y las metas de Salud para Todos.
Quedó claro que, al menos, existe voluntad política para propiciar reformas encaminadas a garantizar equidad en el acceso de los habitantes de los países en desarrollo a los servicios sanitarios, según fuentes de las delegaciones.
Pero frente a la voluntad política emergió como elemento común en la mayoría de las intervenciones los problemas de financiamiento que afronta la salud y el impacto que esto provoca en zonas rurales y fronterizas.
Fuentes del foro dijeron a la prensa que entre los problemas más tratados estuvo el del encarecimiento de los medicamentos y la necesidad de regular su compra y venta para ponerlos al alcance de los países menos favorecidos económicamente.
Las opiniones se dividieron a la hora de optar por una mayor privatización del sector de la salud o por la hegemonía del estado para garantizar equidad e implementar políticas de prevención de enfermedades.
Expertos estiman que la declaración final intentará encontrar un punto intermedio donde no se descarte la privatización, pero, al mismo tiempo, se impulse el papel del estado como el único que puede garantizar servicios de cobertura total.
"El estado debe ser el actor principal de cualquier reforma de salud que nos propongamos. Aunque es muy importante la participación del sector privado, la responsabilidad fundamental y prioritaria de la salud tiene que estar radicada en la cabeza del sector público", dijo Samper.
El presidente colombiano presentó los puntos de una agenda que, según pretende, brinda "a todos los ciudadanos, sin excepción, un paquete básico de servicios de salud que se vayan extendiendo en función de los presupuestos disponibles".
Frente a los esquemas tradicionales de aseguramiento implícito (todos los ciudadanos cubiertos indiscriminadamente), planteó la necesidad de "abrir caminos a nuevos sistemas de aseguramiento explícito, individuo por individuo, como subsidios a la demanda".
La agenda incluye la creación de una red epidemiológica compatible con todos los países en desarrollo que permita montar y utilizar sistema de control y potenciar la investigación de permita desarrollar normas y procedimientos curativos propios.
Aparece como definitivo la adopción de sistemas similares al de medicina familiar que se aplica en Cuba por sus buenos resultados en materia de relación médico-paciente y en la aplicación de la medicina preventiva.
El presidente de la OMS, Hiroshi Nakajima, consideró el jueves como los tres principales aspectos de la reforma necesaria en la salud la prevención, como espina dorsal del sistema, la sustentabilidad económica y la cobertura total de la población.
La mayoría de los oradores en la primera jornada coincidieron en la necesidad que asiste a los países del Sur de buscar fórmulas propias, el imperativo de potenciar la participación social, descentralizar los servicios y propiciar la intersectorialidad como requisito para garantizar la salud.
Informes presentados aseguran que aunque las enfermedades infecciosas mantienen su predominio, empiezan a manifestarse incrementos notables en las enfermedades crónicas no trasmisibles, como el cáncer y las patologías cardiovasculares. (FIN/IPS/da/mj/he dv/98