Los precios del petróleo menospreciaron hoy la sustancial rebaja productiva decidida el miércoles por la OPEP, en una evidencia más de que los recortes de la oferta llegaron demasiado tarde a un mercado inundado de crudo.
Los ministros de los 11 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron en Viena un retiro colectivo de crudo de 1,38 millones de barriles por día (bpd), desde el 1 de julio.
El barril del crudo Brent del Mar del Norte se cotizó este jueves en 13,43 dólares, cuando el mismo miércoles, antes de conocerse la decisión de la OPEP, superaba los 14 dólares.
El recorte al que se comprometieron los países de la OPEP fue superior en 300.000 barriles a lo previsto antes del encuentro realizado en Viena, pero ello no logró mover al alza ni siquiera las cotizaciones en el mercado de futuros.
La nueva reducción colectiva de la OPEP se suma a la que opera desde abril, de 1,245 millones de bpd, a la que se añadieron entonces retiros de oferta de exportadores independientes, con México a la cabeza, por otros 450.000 bpd.
Según lo informado este jueves desde Viena por el ministro de Energía de Venezuela, Erwin Arrieta, Arabia Saudita y este país realizarán un corte adicional bilateral de 425.000 bpd, por lo que en total la OPEP retiraría del mercado respecto a sus ventas de marzo un total superior a los tres millones de bpd.
Arabia Saudita y Venezuela, dentro de la OPEP, y México por los exportadores independientes, impulsaron el 22 de marzo un acuerdo en Ryad, que fue el que dio vida al primer recorte de abril.
Los ministros de los tres exportadores volvieron a impulsar un nuevo recorte, consagrado ahora por la OPEP, el día 4, en un encuentro en Amsterdam. Pero los precios mantuvieron su desplome para llegar a niveles iguales a los de la debacle de 1986.
"La OPEP actuó con coraje, pero lo hizo demasiado tarde, cuando los compradores tienen tales volúmenes de crudo acumulado que su mayor preocupación es la falta de almacenamiento", indicó a IPS un directivo de la mesa petrolera de un gran banco de inversión, desde Nueva York.
Otros operadores del mercado indicaron que además de la inundación de inventarios, superiores a 90 días de consumo entre los grandes importadores, está el hecho de que el mercado tiene escepticismo sobre la disciplina en cumplir los recortes.
El ministro Arrieta comentó que la OPEP tiene la tarea de recuperar la credibilidad, en un mercado en el que ningún productor o grupo tiene una influencia decisiva, porque está dominado por "los intermediarios que operan los contratos a futuro".
En la práctica, las llamadas fuentes secundarias de información sobre la producción de cada país, como la Agencia Internacional de Energía, Petroleum Intelligence Weekly o Platts, aseguran que Irán, el segundo exportador de la OPEP, produjo desde abril 80.000 bpd más de lo comprometido.
Otras fuentes indican que la misma Arabia Saudita, principal exportador mundial, habría producido 300.000 bpd más.
Luis Giusti, presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, afirmó que las fuentes secundarias coinciden en que desde mediados de mayo fluyeron al mercado de los países que participaron en el primer recorte un total de 600.000 bpd más del tope acordado, pero sin dar nombres de responsables.
La agudización de la crisis asiática, el ingreso de Japón en una fase recesiva, la mayor debilidad de la economía de Estados Unidos han colaborado desde abril a neutralizar el impacto positivo del retiro de oferta por parte de los productores.
Más cuando para entonces los consumidores finales y los operadores habían acumulado inventarios muy altos e Iraq pasó a producir unos 450.000 bpd más de lo previsto, dentro de los acuerdos de petróleo por alimentos con las Naciones Unidas.
La expectativa que dentro de este año Iraq quede libre de restricción en sus exportaciones petroleras -aunque por razones técnicas tardará en recuperar su nivel productivo previo a la guerra de 1991- es otro elemento que atenta contra los precios.
"Con todos los recortes, la oferta estará desde julio en más de medio millón por encima de la demanda", que va a mantener su desaceleración hasta que se ingrese en el invierno del hemisferio norte, comentaron operadores desde Londres y Nueva York.
La cesta de la OPEP se cotizó en 1996 a un promedio de 20,29 dólares el barril y en 1997 a 18,68 dólares, mientras su promedio de este año es de 13,08 dólares. El Brent se sitúa en 13,8 dólares, cuando en 1996 valió 20,7 dólares y en 1997 19,06.
El West Texas Intermediate de Estados Unidos promedia en lo que va de año un valor de 15,3 dólares, frente a los 22,21 dólares de 1996 y los 20,56 dólares de 1997.
Venezuela, por su parte, ha visto como su barril de exportación descendió a 8,7 dólares la semana pasada, para dejar el promedio de lo transcurrido en 1998 en 11,27 dólares, cuando en 1997 se cotizó a 16,32 dólares y en 1996 a 18,4 dólares.
La economía venezolana, que depende en 40 por ciento del petróleo para sus ingresos fiscales, ha visto mermar sus divisas por el crudo en lo que va de año en 5.000 millones de dólares, según ha informado el ministro de Planificación, Teodoro Petkoff.
Este mismo jueves, el Banco Central de México oscureció los pronósticos del impacto del hundimiento de los precios del petróleo, al indicar que la caída de ingresos será de 5.000 millones de dólares en todo el año, el doble de lo que aseguró hace tan solo una semana el ministro de Energia, Luis Tellez. (FIN/IPS/eg/mj/if en/98
