El acuerdo de Arabia Saudita, México y Venezuela de un nuevo corte en la producción de petróleo fue recibido con indiferencia por los saturados mercados de crudo, donde los precios incluso cayeron este viernes.
Los tres integrantes del llamado Pacto de Ryad decidieron el jueves en Amsterdam recortar su aporte al mercado em 450.000 barriles por día (bpd) desde julio, en un esfuerzo adicional al realizado en marzo para frenar el hundimiento de los precios.
El 22 de marzo, los ministros de los tres países decidieron retirar del mercado 600.000 bpd, en una acción a la que se sumaron ocho días después los demás miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En total, los 11 productores de la OPEP -en que participan los sauditas y los venezolanos- y los independientes, abanderados por México, retiraron de la oferta mundial desde abril 1,5 millones de bpd, para controlar su nivel en 74 millones de bpd.
Pero el histórico acuerdo de los productores OPEP e independientes sólo frena el declive y revierte ligeramente la tendencia negativa de los precios, que en la actualidad se encuentran unos cinco dólares por debajo de su promedio de 1997.
El ministro venezolano de Energía, Erwin Arrieta, aseguró desde la ciudad holandesa que será en dos meses cuando el mercado reaccione ante la medida, en una afirmación similar a las realizadas e incumplidas a raíz del primer recorte productivo.
El crudo tipo Brent del Mar del Norte cerró un centavo por debajo de la vispera, después de animarse pocas décimas en la apertura, en lo que fue analizado por operadores del mercado como una decepción por lo insuficiente del recorte productivo.
Los analistas del mercado petrolero aseguraron en Londres y Nueva York que los inventarios acumulados por los grandes consumidores se mantienen muy altos y que este será un año donde el esfuerzo de los productores sólo frenará el retroceso.
El recorte decidido en Amsterdam será seguido por una medida colectiva de la OPEP, que se determinará durante la conferencia ministerial que se realizará en Viena el día 24.
A desanimar el alza de precios contribuyó también el rechazo por parte de Noruega de reducir su extración más alla de los 100.000 bpd decididos en abril.
El ministro mexicano de Energía, Luis Téllez, visitó Oslo este viernes, a fin de sumar a la iniciativa al segundo exportador petrolero mundial detrás de Arabia Saudita.
Humberto Calderón Berti, ex ministro de Energía venezolano y quien participó en el encuentro de Ryad, dijo a IPS que la medida "es correcta y oportuna" y que como la vez pasada será seguida en forma significativa por otros productores.
Los dos exportadores latinoamericanos están urgidos de que los precios alcancen en el segundo semestre el nivel que asignaron al barril en sus respectivos presupuestos, después de haber establecido en paralelo dos recortes a los gastos que han agudizado las dificultades socieconómicas internas.
México mantiene un precio promedio del barril de exportación en 12,5 dólares y Venezuela en 13 dólares, mientras que en los primeros cinco meses del año el barril azteca se ha vendido en promedio a 10,75 dólares y el venezolano a 11,45 dólares.
Cada dólar menos por barril se traduce en Venezuela en una caída de ingresos en términos anuales de 1.200 millones de dólares y una cifra ligeramente inferior en el caso de México.
México y Venezuela dependen del petróleo en 36 y 42 por ciento respectivamente para su presupuesto nacional de gastos.
En general, los miembros de la OPEP tienen una dependencia casí absoluta de las divisas petroleras, lo que los hace indisciplinados a la hora de ejecutar medidas para equilibrar la oferta a la demanda.
Desde los acuerdos de marzo se considera que Nigeria, con una explosiva situación interna, e Indonesia, sumido en una grave crisis financiera e institucional, son los países que más incumplieron los acuerdos de la OPEP (FIN/IPS/eg/mj/en if/98