PESCA: Comunidades y ONG demandan a Estados Unidos por sobrepesca

Un grupo de comunidades pesqueras y organizaciones ambientalistas presentaron una demanda contra el gobierno de Estados Unidos argumentando que no tomó las medidas necesarias para impedir la sobrepesca en aguas nacionales.

Los demandantes dijeron que las nuevas regulaciones anunciadas este mes por el Servicio Nacional de Pesca Marina permiten continuar con la sobreexplotación de los recursos en la costa oeste, en el Caribe, en el Atlántico y en el Golfo de México.

En la demanda presentada en Seattle se afirma que las nuevas regulaciones diseñadas por la entidad gubernamental contienen vacíos legales.

"El gobierno asegura que la tercera parte de la población pesquera marina está sobreexplotada, y justo ahora el Servicio Nacional crea vacíos legales tan grandes que dejarían pasar a uno de esos buques factoría" comentó un director del Fondo de Defensa Legal Earthjustice, Steve Roady.

Un portavoz del Servicio Nacional de Pesca Marina aseguró a IPS que las nuevas regulaciones introducen restricciones en varias áreas.

"La sobrepesca es uno de los factores considerados en la administración de pesquerías, y nosotros ya hemos cancelado las operaciones comerciales en numerosas zonas", añadió el portavoz del Servicio Nacional, Scott Mullen.

Al mismo tiempo, planteó que debería tenerse en cuenta "el impacto económico producido por el cierre de las empresas pesqueras, pues miles de personas pueden perder sus trabajos mientras se registran pérdidas millonarias".

"No se trata de elegir entre el ambiente o la economía; los dos factores tienen que ser considerados", dijo Mullen.

El presidente del Centro para la Conservación Marina, Roger McManus, dijo que la tercera parte de las especies comercializables son capturadas a un ritmo que impide su reproducción. La mitad de las reservas pesqueras de Estados Unidos están en riesgo, añadió.

Especies como el halibut del Atlántico o el mero del Caribe y el Golfo de México están al borde da la extinción a causa de la sobreexplotación.

El problema de la sobrepesca no afecta sólo a Estados Unidos. Informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aseguran que cerca de 70 por ciento de las especies de peces comerciales del mundo son objeto de sobreexplotación y requieren de programas de manejo para salvarlas.

El Congreso de Estados Unidos aprobó en 1996 nuevas reglas de conservación que reforzaron el Acta Magnuson Stevens, la ley que regula la actividad pesquera. Este instrumento prohíbe la sobrepesca de algunas especies, pero ambientalistas denunciaron que las regulaciones aprobadas este año las anulan.

El vacío más notorio en el instrumento aprobado por el Servicio Nacional es que permite la sobrepesca cuando las capturas involucran a más de una sola especie.

"De esta manera, permite explotar las especies que corren mayor peligro", lamentó la analista política del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, Lisa Speer.

Los encargados de las operaciones pesqueras podrían continuar explotando especies en peligro si recurren a la estrategia de mezclar su captura con otros que no están amenazados. "El vacío legal permitirá que todo siga como estaba", dijo el director de el Consejo de Conservación Marina del Pacífico, Bob Eaton.

El Servicio Nacional de Pesca Marina se defiende argumentando que si se restringe la captura de especies mixtas serían perjudicadas comunidades pesqueras y flotas comerciales.

Scott Mullen se preguntó si es posible tomar una medida que acabe con actividades pesqueras basadas en la captura de una especie en particular, generando un efecto económico de considerables consecuencias. Muchas empresas se hacen eco de esta preocupación.

Pero Bob Eaton dice que este análisis no considera la perspectiva de largo plazo. "El propio Servicio Nacional de Pesca Marina advirtió que la recuperación de la población marina sobreexplotada contribuiría a aumentar las ganancias del sector en 3.000 millones de dólares y a generar 300.000 empleos".

"Esos beneficios a largo plazo para nuestras comunidades costeras no se producirán si el gobierno sigue apegado al corto plazo, bajo presión económica para permitir la sobreexplotación", añadió.

Otro vacío de la nueva ley es que se debilitarían las reglas para el manejo de capturas no deseadas, que terminan muertas y tiradas como desperdicio. A nivel mundial, este tipo de captura representa 25 por ciento de la pesca comercial.

En Estados Unidos es un fenómeno de grandes dimensiones, dicen los demandantes, quienes aseguran que se desperdician millones de toneladas de peces capturados que no interesan a las empresas.

En el caso de la pesca del camarón en el Golfo de México, se estima que sólo la cuarta parte corresponde al crustáceo, mientras el resto son especies no deseadas que se desperdician.

Los demandantes aseguran que las nuevas reglas del Servicio Nacional de Pesca Marina permiten este tipo de práctica cuando el costo de evitarla es demasiado elevado.

"Los costos económicos para la industria son más importantes que la conservación de los recursos", comentó la directora del Consejo para la Conservación de Recursos Marinos de Alaska, Dorothy Childers. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/lc-ml/en/98

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