PERU: El "primer ministro opositor" en el filo de la navaja

Javier Valle Riestra, el opositor que el presidente Alberto Fujimori nombró primer ministro de Perú dos semanas atrás, no llegará, al parecer, a los seis meses en el cargo que se fijó a sí mismo como plazo para liberalizar el autoritario régimen que integra.

Su inesperada apuesta política, "intentar democratizar el gobierno desde adentro", sigue sin ser comprendida por la opinión pública y la mayoría de los dirigentes opositores, y Fujimori ya comenzó a enfrentar sus ímpetus verbales.

La bancada oficialista en el parlamento anunció que solo respaldará las propuestas legislativas del primer ministro si corresonden a todo el gabinete ministerial. "Si no, las tomaremos como una opinión personal", explicó la congresista Carmen Lozada.

Las declaraciones de Lozada respondieron al anuncio de Valle Riestra de que solicitará la derogación de una ley promulgada para esquivar la prohibición constitucional a una segunda reelección consecutiva de Fujimori.

El primer conflicto entre el primer ministro y el presidente se suscitó el día 12, cuando Fujimori dijo que no tenía la intención de concretar los cambios en el gabinete ministerial que Valle Riestra había anunciado mientras él participaba en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

El jefe del Consejo de Ministros formuló el anuncio al tiempo que se comprometía a revertir una serie de dispositivos legislativos, como la ley interpretativa, que, en su opinión, "enrarecen la necesaria transparencia democrática y afectan la constitucionalidad del régimen".

Valle Riestra admitió el viernes a una emisora de radio que discutió el miércoles con Fujimori en el Consejo, cuando trató sin éxito de revertir una norma que restringe el derecho de hábeas corpus.

La controvertida medida es parte del paquete de emergencia dispuesto semanas atrás por Fujimori para frenar la expansión de la violencia criminal de los delicuentes comunes.

El presidente admitió las divergencias con su primer ministro, pero les restó importancia. "Pueden haber opiniones discrepantes, pero el decreto se mantiene porque es necesario", dijo.

La oposición le reclama a Valle Riestra que revierta esa y otras normas que restringen los derechos civiles, y que promueva la anulación de los dispositivos legales para favorecer la aparente intención de Fujimori de postularse a una segunda y anticonstitucional reelección consecutiva.

Otra presión opositora contra la estabilidad de Valle Riestra es la intención de plantear una acusación constitucional en su contra porque aceptó que algunos organismos oficiales que pertenecían a su cartera pasen a la jurisdicción de otros ministerios.

Los parlamentarios Jorge del Castillo, del socialdemócrata Partido Aprista Peruano, Antero Flores, del Partido Popular Cristiano, y Javier Alva Orlandini, de Acción Popular, sostienen que ese traslado de jurisdicciones viola la estructura del Estado establecida por la Constitución.

Los organismos transferidos son once y tienen a su cargo la privatización de empresas publicas, la regulación o supervisión de tarifas de servicios, el manejo de los recursos naturales y del Instituto de Seguridad Social, entre otras funciones.

A través de esas instituciones, Fujimori impulsa su modelo económico neoliberal de modernización del estado. Si se mantuvieran bajo la jurisdicción de un primer ministro socialdemócrata, como dice ser Valle Riestra, habría, sin duda, una colisión interna.

El primer ministro restó importancia el viernes a un recorte de atribuciones que él considera inexistente. Su ingreso al gobierno tiene "el propósito de restituir la institucionalidad democrática afectada por un régimen autoritario, y recuperar la absoluta vigencia de los derechos humanos", dijo en tal sentido.

"Dentro de ese concepto, he aceptado desburocratizar la presidencia del Consejo de Ministros, para poder cumplir de modo más eficaz mi cometido político prioritario. Nadie me está privando del poder porque no quiero cabalgar ningún dinosaurio burocrático", explicó.

El movimiento Unión por el Perú, que lidera el ex secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, calificó el jueves el nombramiento de Valle Riestra de "falso cambio hecho para aquietar la protesta ciudadana".

"Si el gobierno tuviera el sincero propósito de retornar a la constitucionalidad, no se limitaría a nombrar un portavoz de discurso democrático sino que derogaría el paquete de leyes reeleccionistas aprobado por la mayoría en el Congreso", comentó Alfonso Grados Bertorini, legislador de Unión por el Perú.

El cuestionado primer ministro, reconocido por su brillo oratorio y capacidad polémica pero también criticado por algunos por su supuesta inestabilidad emocional, parece acusar el impacto de los cuestionamientos.

"Si no encuentro acogida en el gobierno y la oposición no me deja difundir mi mensaje democratizador, estoy listo para marcharme", expresó.

Oswaldo Sandoval, segundo vice presidente del Congreso, dijo que el oficialismo en el Congreso está "a la expectativa". "Pero nuestra intención es respaldar la decisión del presidente de la República, que es quien ha designado" a Valle Riestra, agregó.

Uno de los pocos líderes opositores que piden una tregua para Valle Riestra, el congresista aprista Lastenio Morales, propone "que se le permita demostrar que no ha abjurado de la doctrina de (Víctor Raúl) Haya de la Torre", el desaparecido fundador de su partido al que años atrás perteneció el hoy primer ministro.

El diario independiente Expreso, que simpatiza con Fujimori pero se opone a la reelección que promueve la mayoría parlamentaria, propone a la oposicion respaldar a Valle Riestra porque "le conviene a Perú".

"Es una apuesta valiente a la posibilidad de construir un clima político que permita gobernar el país hacia su democratización y en dirección a una nueva institucionalidad que permita retomar el camino de las reformas que la economía necesita", expresa un editorial de Expreso.

El periódico recordó que Valle Riestra fue designado a pesar de haber hecho saber a Fujimori que se oponía a su reelección, y sostuvo que ello significa que el presidente esta dispuesto a abandonar una intención que, por otra parte, nunca confirmó personalmente.

Mientras los políticos opositores discuten la forma de asumir la inesperada situación, en la opinión pública se advierte una variación de las expectativas populares a favor del "experimento Valle Riestra".

En la primera encuesta, difundida el día 11, menos de una semana después de que prestó juramento como primer ministro, 48 por ciento de los entrevistados por el instituto Analistas y Consultores, se declaró contra de su designación, y solo 34,5 por ciento la respaldó.

El fin de semana, el instituto Datum difundió resultados diferentes. Cuarenta por ciento "no sabe, no opina" sobre el nombramiento de Valle Riestra, 32 por ciento está a favor y 28 por ciento expresa desacuerdo. (FIN/IPS/al/mj/ip/98

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