Las predicciones de ruptura en el Partido Colorado, gobernante en Paraguay, se cumplieron menos de un mes después de su contundente triunfo electoral del 10 de mayo y al faltar solo 73 días para el traspaso de la banda presidencial.
La ruptura entre la Unión Nacional de Colorados Eticos (Unace), al que pertenece el presidente electo, Raúl Cubas, con el Movimiento de Reconciliación Colorada de su vicepresidente, Luis María Argaña, se produjo antes de lo esperado.
Eso ocurrió porque los diputados argañistas y los que responden al presidente Juan Carlos Wasmosy recortaron la potestad de indulto, lo que impedirá a Cubas cumplir con su promesa electoral de liberar a Lino Oviedo, el lider de la Unace.
La gobernabilidad del próximo período de gobierno está en cuestión, excepto que el presidente se apoye en la oposición, como hizo Wasmosy, o "quiera pasar a la historia como el gran traidor de su amigo" Oviedo, especuló el diputado liberal Hermes Saguier.
Oviedo, ex comandante del ejército que ganó las elecciones internas del Partido Colorado en septiembre de 1997, fue detenido en diciembre, procesado con prisión por un tribunal militar en marzo e inhabilitado para participar en las elecciones el 17 de abril.
El impedimento para postular al Oviedo, sentenciado por haber encabezado una rebelión en 1996, dejó al ex ministro de Hacienda y millonario Cubas a la cabeza de una fórmula que se completó con Argaña, su archienemigo y segundo en las primarias oficialistas.
La actual cúpula militar se opuso a la candidatura de Oviedo y condenó al ex comandante, al cual se resistió en 1996 cuando éste no aceptó pasar a retiro como ordenó Wasmosy.
Luego, los comandantes advirtieron a Wasmosy que tampoco aceptarían la asunción de Cubas, para evitar que el presidente electo libere a su líder y le dé poder en el gobierno.
Durante la campaña oficialista, que duró apenas dos semanas, se invitó al "voto doble", por Cubas a la presidencia y por la libertad de Oviedo. Así se evitó la abstención de los partidarios de la Unace.
Los comandantes ya fueron informados de que serán removidos tras sucesivas reuniones que mantuvo el presidente electo con su encarcelado líder.
La reglamentación del artículo constitucional sobre el indulto presidencial fue votada el jueves en la Cámara de Diputados y debe ser objeto de discusión en el Senado la próxima semana.
El proyecto establece la obligación de que cualquier preso deba cumplir la mitad de la pena antes de ser beneficiado por la conmutación, lo que en el caso de Oviedo significa cinco de los 10 años a los que fue sentenciado.
Los legisladores de la opositora Alianza Democrática, integrada por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Encuentro Nacional, acompañó a argañistas y wasmosistas para imponer trabas al indulto. En Cámara Alta habría mayoría para la inmediata aprobación del proyecto por 32 de los 45 senadores.
"Están rotas las relaciones" entre oviedistas y argañistas y "no vamos a seguir negociando con ellos", dijo el presidente interino de Unace, Octavio Báez.
El senador oviedista Julio Rolando Elizeche manifestó que "existe un rompimiento con Reconciliación, que ha formado un frente unificado en la Cámara de Senadores" con los restantes partidos.
Cubas se lamentó de que los "wasmo-argañistas" se ubieran asociado "a la oposición para cercenar las facultades del presidente colorado".
De todos modos, prometió una solución para el 16 de agosto, un día después de la fecha de cambio de gobierno, aunque se negó a revelarla. Incluso dará a conocer su gabinete sólo "diez días antes" de su asunción.
Si los argañistas apoyan el proyecto de reglamentación del indulto, no tendrán lugar en el próximo consejo de ministros, pero el nuevo presidente carecerá de votos para las reformas que pretende.
La lucha dejó tales heridas que Cubas dijo por teléfono a Wasmosy que no aceptará recibir la banda y el bastón presidenciales de sus manos, a los que le pidió dejara en el Congreso en donde los recogería luego.
Wasmosy, rompió la "afonía política" a la que se había llamado tras las elecciones advirtiendo el viernes a su sucesor que "si insiste en sacar impunemente a Oviedo" de la cárcel "tendrá problemas".
El grupo del presidente saliente tendrá en la próxima legislatura apenas una senadora y un diputado, pues 16 legisladores electos anunciarán el lunes su pasaje a la Unace. Del total de 45 senadores, 24 son colorados, pero nueve responden a Argaña.
El mandatario electo debe soportar la presión cotidiana de su grupo, que le recuerda a cada paso que deberá conceder la libertad a Oviedo. "No necesito que en cada esquina me repitan la promesa", replica Cubas, modesto.
Domingo Laíno, derrotado candidato a presidente de la Alianza Democrática, admitió que podría llamar a una convención del PLRA si se convoca su participación ante "la división del Partido Colorado".
Laíno advirtió que la situación colorada "nos habla de una total ingobernabilidad que podría provocar una crisis muy grande".
El diputado Bernardino Cano, asesor del futuro gobierno, cree que Argaña y Wasmosy procuran "extorsionar con la prisión de un lider político" e "intentan tomar el poder por asalto", mientras que el diario ABC menciona la discusión de una "Operación Tancredo Neves".
El trascendido cita reuniones a las que asistieron políticos y militares en las que se analizaron medios para evitar la consagración de Cubas, incluso por una muerte prematura, como sucediera en 1985 con Neves, primer mandatario civil electo en Brasil desde los años 60. (FIN/IPS/cm/mj/ip/98
