El gobierno de México frenó la publicidad de los medicamentos contra la impotencia Viagra, Muse y Z-Max, mientras las farmacias fueron sometidas a un estricto control, ante la avalancha de hombres que demandan esos productos.
La Secretaría (ministerio) de Salud descubrió que, tras la llegada de Viagra al mercado mexicano a inicios de mes, ese medicamento y otros similares se vendieron sin receta y que los vendedores de farmacias tomaron partido por alguna de las marcas para recomendarlas a sus clientes.
Además, la policía detuvo a una persona que diseñó etiquetas de Viagra falsificado que se vendía en mercados de la capital.
Animados por la publicidad, muchos de los cinco millones de mexicanos que sufren de impotencia buscan algún producto sin conocimiento ni revisión médica previa, reconocieron voceros de la Asociación Nacional de Farmacias.
Para evitar ser arrastrados por la competencia de Viagra, medicamento que llegó precedido de una intensa cobertura periodística y amplia publicidad, los distribuidores de otros productos diseñados para el mismo fin lanzaron campañas de promoción.
"Nosotros sí solucionamos el problema de millones de hombres", es el mensaje de los distribuidores.
Ante la guerra comercial, la Secretaría de Salud ordenó esta semana limitar la publicidad general y concentrarla en los médicos mexicanos, que aún desconocen los pormenores de esos productos.
Además, sancionó con multas de hasta cerca de 35.000 dólares a tres cadenas de farmacias por vender Viagra sin receta médica.
Viagra puede resultar peligroso en personas con padecimientos del corazón o presión alta, no es estimulante ni afrodisíaco y sólo debe administrarse por prescripción médica, es la explicación que las autoridades repiten innumerables veces en los medios de comunicación.
A pesar de ello, dueños de las farmacias siguen informando que muchos clientes exigen se les venda Viagra, cuyo costo en México es de unos 10 dólares la tableta, sin receta e incluso ofreciendo sobornos.
Viagra y Z-Max vienen en forma de pastillas para ser ingeridas por vía oral, mientras el Muse es un microsupositorio que se coloca directamente en el pene.
La publicidad de estos medicamentos debe cambiar, pues la difudida hasta ahora es "francamente irresponsable", pues pretende que el público crea que se trata de medicinas milagrosas, dijo el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente.
El día en que algún mexicano muera por tomar medicamentos contra la impotencia, se tendrá un responsable y se lo castigará, prometió de la Fuente.
Manuel Molina, gerente de venta de los laboratorios Pfizer, fabricante de Viagra, indicó que lo único que hizo su empresa hasta el momento en México es lanzar una campaña dedicada a los médicos y que el problema viene de la información difundida por los medios de comunicación.
No se quiere hacer popular a Viagra, afirmó Molina. Mientras, los diarios, revistas, televisoras y radioemisoras hablan de ese producto, que se vende en Estados Unidos desde marzo, y distribuyen información difundida supuestamente sólo a los médicos.
La Asociación Nacional de Farmacias indicó que entre 50 y 60 por ciento de los 21.000 comercios del ramo que existen en México ya cuentan con Viagra, medicamento que se fabrica en su totalidad en labotarorios del país.
Directivos de la Asociación advirtieron que el medicamento también se comercializa en el mercado negro y pidieron a las autoridades mayor interés para detener ese fenómeno.
Cada mes se reporta el robo de un promedio de 19 camiones que transportan medicinas. Las autoridades reconocen que 80 por ciento de los fármacos robados no se recuperan y van a parar al mercado negro.
En Tepito, mercado del centro de la capital de México, se puede comprar todo tipo de medicamento a mitad de precio. Es en este lugar donde se detectó en días recientes la venta de un Viagra falsificado. (FIN/IPS/dc/mj/he/98