Madres y padres de reclutas del ejército de Yugoslavia protestaron en esta capital, demandando el retiro de sus hijos de los combates y cuarteles en la provincia separatista serbia de Kosovo.
El gobierno afirma que el "terrorismo criminal" en Kosovo es enfrentado por unidades especiales de policía, y asegura que el Ejército Yugoslavo (VJ) no está involucrado. Pero para los padres con hijos en la línea, las listas de víctimas son toda la evidencia que necesitan.
Los padres demandan que envíen a soldados profesionales al frente de combate, y no a jóvenes reclutas de entre 19 y 22 años.
Hasta ahora, el VJ informó la muerte de seis soldados desde que fuerzas de seguridad serbias iniciaron operaciones contra la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK).
La mayoría eran conductores de camiones de abastecimiento atrapados en emboscadas o guardias fronterizos que murieron en combates con contrabandistas de armas que intentaban cruzar la frontera hacia Albania, según el VJ.
"Nos dicen que nuestros hijos no están expuestos al peligro. Pero no les creo. Nos están mintiendo, como hicieron durante las guerras en Bosnia y Croacia", dijo Stojan Mitric, un fontanero de 50 años de la ciudad serbia de Novi Sad.
Los padres y madres afirman que sus hijos reclutas fueron originalmente mantenidos fuera de la provincia.
Pero en una ola de despliegues nocturnos que según informaciones alcanzó un nivel alto la noche del 8 de junio, los reclutas fueron sacados de sus camas,y se les dijo que irían a Belgrado y se los trasladó en camiones, pero despertaron en Kosovo.
El grupo de padres solicitó al Consejo Supremo de Defensa, dirigido por el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, que permita el retorno de los soldados a su puestos de servicio previos, "donde sus vidas están a salvo".
Además, demandan "una acción inmediata que impida la intervención de la OTAN (Organización de Tratado del Atlántico Norte).
Mientras, mantienen su vigilia diaria. A veces son recibidos por algún oficial, otras la manifestación es dispersada por la policía serbia.
Ni el Consejo Supremo de Defensa ni su presidente respondieron a las demandas de los padres, y el Servicio de Información del Ejército sostuvo que sólo el consejo puede decidir el retorno de los soldados.
Una declaración del VJ subrayó que el ejército "está tomando todas las medidas para salvaguardar las vidas y la salud de sus miembros y asegurar la frontera estatal y las instalaciones militares".
"Esas explicaciones no significan nada", dijo Mitric. Ivan Micic, cuyo hijo de 19 años está en la localidad de Djakovica en Kosovo, afirma que el estado debe ser transparente sobre lo que sucede en la provincia.
Kosovo, con una población 90 por ciento albanesa, se rebela contra el gobierno serbio. Más de 300 personas, en general albaneses kosovares, murieron desde que se intensificaron los combates en marzo.
"Si Kosovo será entregada a los albaneses, deberíamos retirarnos. A Milosevic no le importa si nuestros hijos mueren. Su hijo está a salvo", dijo Micic.
Marko Milosevic, de 22 años, fue exonerado del servicio militar hace tres años, por supuestos y no especificados "desórdenes psicológicos". Desde entonces, construyó un imperio empresarial desde el hogar de sus padres en la localidad de Pozarevac.
El enviado de Estados Unidos Richard Holbrook, quien lideró llamados occidentales para un fin negociado a la crisis y el retiro de las fuerzas serbias, viaja de Belgrado a Pristina, capital de Kosovo, en un intento por alcanzar un acuerdo.
"Esto es parte de un proceso", dijo Holbrook a la red de televisión estadounidense CNN en Kosovo el miércoles, tras una reunión "no oficial" con dirigentes del UCK por primera vez.
"La situación es explosiva. Las fuerzas de seguridad serbias están en todas partes", dijo Holbrook, aunque, agregó, "es tiempo de que las fuerzas serbias se hubieran retirado".
El mismo día de las declaraciones de Holbrooke, el líder albanés Ibrahim Rugova solicitaba en Alemania la intervención de la OTAN.
Las operaciones serbias en Kosovo son llevadas a cabo por unos 7.000 hombres de los escuadrones paramilitares del Ministerio del Interior (MUP). Mejor entrenados, equipados y pagados que el ejército, las tropas de voluntarios de los MUP han desplazado al VJ en los últimos años.
Si las fuerzas MUP no se retiran y la OTAN actúa para forzarlos, el VJ sería destinado a pelear contra la OTAN en los cielos de Serbia una guerra que los MUP iniciaron en la tierra de Kosovo. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/lp/ip/98