JAPON: Resurge culto responsable de ataque con gas sarín en 1995

El culto responsable del ataque con gas nervioso a un subte de Tokio hace tres años capta nuevos seguidores y se revitaliza, aunque su líder esté bajo custodia policial y muchos de sus ex miembros permanezcan marginados.

"Aum vuelve a crecer y este resurgimiento ilustra una preocupante apatía en la sociedad japonesa, señalando la alienación total que sienten muchos jóvenes", dijo el abogado Taro Takimoto, presidente de la Asociación Canary, un grupo de profesionales y consejeros que ayudan a víctimas del culto.

La policía afirma que el número de integrantes del culto religioso Aum Shinrikyo se expande rápidamente, causando ansiedad en especial entre sus víctimas, algunas de las cuales aún intentan superar el trauma.

El ataque con gas sarín en marzo de 1995 mató a 12 personas, envió a miles a hospitales y desplomó la imagen de un país relativamente libre del terrorismo.

Seis personas, incluyendo a su líder ciego Shoko Asahara, fueron juzgadas por el crimen. El mes pasado, Ikuo Hayashi, quien tuvo una participación directa en el ataque del subte, fue condenado a cadena perpetua.

Según la policía, el número de miembros del culto alcanzó 5.500, o cerca de los 10.000 seguidores originales en Japón. -El culto tiene unas 15 oficinas y 100 sitios en que se practica meditación y otras actividades.

Las autoridades indican que las fortunas del grupo, reducidas tras la detención de Asahara, vuelven a inflarse.

Seis tiendas de Aum que venden computadoras con descuento obtienen grandes ganancias. El año pasado, las ventas excedieron los 29 millones de dólares, mientras los ingresos por seminarios y conferencias agregaron 176.000 dólares a los cofres del culto.

Al presentar el caso de Hayashi y el culto el mes pasado, la televisión japonesa reveló imágenes de nuevos reclutas durante un seminario en la montaña. Los jóvenes llevaban túnicas blancas y meditaban.

Las informaciones indican que los miembros, que pagaron unos 1.000 dólares cada uno por el seminario, prometieron su devoción a las enseñanzas sobre el juicio final del gurú Asahara.

El culto también llega a nuevos miembros a través de la página Web de Aum en Internet. En la red también hay clases virtuales para niños de Aum. El reclutamiento intensivo también es realizado por miembros del culto en prestigiosas universidades en todo Japón.

Aunque las informaciones causan ansiedad entre la población de Tokio, la policía cree que el culto probablemente evitará en el futuro la participación en panes siniestros similares al ataque del subte.

Pero su devoción por Asahara es algo que no se perderá, dijo Takimoto, y agregó que la mayoría de los miembros del culto están en la década de los 20 o 30 años.

El abogado dijo que las personas que compran en tiendas de Aum sin tener en cuenta los lazos delictivos del culto "no tienen conciencia del hecho de que están financiando un culto que una vez quizo matarlos", explicó.

La mayoría de los miembros del culto abandonaron el movimiento después del ataque del subte, pero luego retornaron porque no tenían donde ir, ilustrando otra cara de la socieadad japonesa que carece de un sistema de respaldo de los marginados.

Entrevistados por medios japonenses, ex seguidores del culto dijeron que viven en la periferia, tras haber sido rechazados por sus familias y empleadores tras descubrir su relación con Aum.

"Nuestras vidas están llenas de vergüenza e infelicidad, pero no me atrevo a decírselo a nadie", dijo un desempleado de 32 años que aún tiene en la frente las cicatrices de una banda con electrodos especiales para colocar en la cabeza, la cual compró a un precio muy alto tras unirse al culto hace cinco años.

El joven usó la banda en la cabeza durante tres años, en la esperanza de que las corrientes eléctricas a través de la banda hacia su cabeza le ayudarían a acercarse a Asahara.

Ahora el joven está medicado, mientras intenta reconocer que el culto estaba involucrado en la creación de armas y sustancias químicas tóxicas para crímenes.

Este tipo de historias son comunes entre ex seguidores de Aum. En un documental sobre el culto que ahora se presenta en uno de los principales cines en el centro de Tokio, los seguidores son seguidos no como asesinos, sino como jóvenes hombres y mujeres en busca de crecimiento espiritual.

El filme, creado por el experimentado documentalista Tatsuya Mori, describe a Aum como el espejo de la sociedad japonesa. El culto ofrece a los jóvenes un sentido de misión y satisfacción espirituales, calidades ausentes en la vida moderna, indican los críticos. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/lp/cr/98

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