Ayodhya quiere decir "lugar libre de guerras", pero esta localidad de India está privada de paz, un hecho que volvió a quedar en evidencia cuando se reavivó la disputa por la construcción de un templo en el lugar.
La discusión parlamentaria sobre el presupuesto derivó hacia el debate de una propuesta para construir un gran templo en Ayodhya, en el mismo lugar donde se levantaba una mezquita medieval destruida por fanáticos hindúes hace siete años.
El derechista Partido Bharatiya Janata (BJP), que lidera la alianza gobernante de 23 fuerzas políticas, basó gran parte de su campaña en un habilidoso manejo del tema del templo, lo cual le valió una gran adhesión de sus votantes hindúes.
El primer ministro Atal Bihari Vajpayee aseguró en forma categórica al parlamento que su gobierno no violará una disposición judicial que congeló la construcción del templo hindú en el lugar donde estuvo la mezquita, pero dirigentes de la oposición reaccionaron con escepticismo ante el anuncio.
Para comenzar, porque el actual ministro del interior de India, Lal Krishna Advani, fue uno de los dirigentes del BJP procesados por la destrucción de la mezquita.
Pero también porque se informó que ya se fabrican los pilares de piedra que permitirán ensamblar el templo a toda velocidad en el sitio en disputa en Ayodhya, en el estado de Uttar Pradesh. Los hindúes creen, o se les ha hecho creer, que precisamente en ese lugar nació el dios Rama.
Los musulmanes que invadieron este país en la Edad Media destruyeron templos y mutilaron los ídolos, ya que el Islam prohibía terminantemente la idolatría. Pero en general fueron tolerantes e incluso entregaron recursos para la construcción de algunos templos.
Vajpayee dijo que los trabajos relacionados con la construcción del templo se iniciaron tres meses antes de su llegada al gobierno, e insistió que no se violará la orden de la Corte Suprema.
Aclaró, sin embargo, que si bien la disposición judicial prohíbe construir el templo, no dice nada sobre la realización de trabajos en sus alrededores.
El parlamentario de la oposición izquierdista Gurudas Das Gupta formó parte de una comisión que visitó Ayodhya para examinar esos trabajos, y concluyó que "no cabe ninguna duda sobre el propósito de estas obras, que es el de construir los templos en violación de la orden de la Corte".
Algunos dirigentes opositores no ocultaron su preocupación por el hecho de que partidos aliados del BJP, como el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), juran construir el templo hindú.
Hace siete años, un gobierno del BJP permitió que partidarios del RSS y del Vishwa Hindu Parishad (VHP) destruyeran la mezquita para instalar en ese lugar un improvisado altar.
El hecho detonó disturbios en todo el país, lo cual hizo que el gobierno del Partido del Congreso de ese entonces, encabezado por Narashima Rao, apartara al BJP de sus funciones de gobierno regional en Uttar Pradesh y otros tres estados.
El BJP logró reemplazar al Partido del Congreso en el gobierno central tras forjar una amplia alianza, en la cual algunos de sus socios se sienten incómodos con la insistencia en la construcción del templo.
De hecho, el tema tuvo que ser excluido de la Agenda Nacional para la Gobernabilidad que sostiene la coalición gobernante, donde se hizo hincapié en temas de interés común para todos los partidos participantes.
Pese a las trabas que enfrenta el proyecto del templo, es poco probable que el BJP decida descartar una importante carta política. Fuera de los ensayos nucleares del mes pasado, el BJP no ha hecho casi nada para demostrar que es "un partido diferente", como lo aseguraba su lema de campaña.
Las declaraciones del primer ministro Vajpayee no cubren la posibilidad de que el BJP experimente una súbita pérdida de su poder. Y en ese caso, es probable que el gobierno recurra nuevamente al tema del templo con la finalidad de recuperar la adhesión de sus partidarios hindúes. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/lc-ml/ip-cr/98