Científicos y académicos de India comenzaron a elevar voces de protesta ante el creciente armamentismo del país mientras se asienta el polvo levantado por las pruebas nucleares realizadas en mayo.
A la cabeza de las protestas está el nuevo Movimiento de India para el Desarme Nuclear (MIND), que la semana pasada anunció planes para difundir el mensaje antinuclear en instituciones de educación.
"Las pruebas se apartaron por completo de un consenso nacional en favor de la eliminación de todas las armas nucleares", lamentó Kamal Mitra Chenoy, profesor de la Universidad Jawaharlal Nehru, de Nueva Delhi.
Chenoy señaló que dicho consenso fue violado en razón de estrechos fines políticos por la coalición de gobierno encabezada por el ultranacionalista Partido Bharatija Janata (BJP).
Sin embargo, el BJP sostiene que existe un acuerdo nacional en favor del armamentismo nuclear, expuesto en el parlamento. Chenoy, por otra parte, afirma que las encuestas de opinión publicadas en los principales diarios son engañosas porque no se basan en una muestra lo suficientemente amplia.
En un esfuerzo por promover los ensayos atómicos como un gran avance científico para India, el gobierno se desvió de la norma al organizar conferencia de prensas en que disertaban los "cerebros" que están por detrás del programa nuclear.
Los científicos indios involucrados en investigaciones atómicas, espaciales y de defensa son objeto de un fuerte control y nunca hablan sobre su trabajo. Las explosiones de mayo eran tan secretas que incluso tomaron por sorpresa a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Pero, según MIND, no hubo ninguna ciencia nueva en las detonaciones, dado que India alcanzó ya en 1974 su condición de "país en el umbral nuclear" con una detonación subterránea.
La coalición de gobierno logró revertir el antiguo compromiso de India con el desarme legitimando las armas nucleares, "que no tienen ningún papel legítimo a desempeñar como armas estratégicas ni como disuasoras", según líderes de MIND.
"Las armas nucleares provocan destrucción masiva y un inmenso sufrimiento a personas inocentes y aun a niños no nacidos mediante el daño genético", advirtió Vineeta Lal, científica del estatal Instituto Nacional de Inmunología.
Su colega Satyajit Rath estimó que 30 por ciento de los científicos del Instituto se opone a las pruebas, mientras una proporción mayor está "insatisfecha" pero prefiere mantener silencio debido al estricto control gubernamental sobre las investigaciones científicas.
Tanto Lal como Rath trabajaban como médicos antes de dedicarse a la investigación biomédica. Ahora arriesgan sus carreras y la financiación de sus proyectos al criticar la política armamentista del gobierno, señaló Rath.
"Por décadas, India y sus líderes condenaron abiertamente las armas nucleares, y no pueden esperar ahora que los científicos u otras personas preocupadas cambien de opinión de la noche a la mañana", agregó.
Además, señaló Rath, el gobierno oculta pruebas científicas sobre el poder de destrucción indiscriminada de las armas nucleares, así como el hecho de que la radiación se extiende en el espacio y el tiempo, como lo demostró el desastre de Chernobyl.
Lal manifestó preocupación porque las superpobladas ciudades indias son muy vulnerables a los ataques nucleares y, hasta ahora, no se adoptaron medidas de contingencia para proteger a los ciudadanos. "Falta información básica sobre el polvo radiactivo", destacó.
Aun las pequeñas armas nucleares de batalla que India y Pakistán afirman haber desarrollado producirían una gran radiactividad, en parte inmediatamente y en parte en forma de partículas que continuarán contaminando el suelo y el agua por años, advirtió Rath.
La resistencia de los científicos a la carrera nuclear también crece en la ciudad sureña de Bangalore, que alberga varias instituciones de investigación, incluidos el Instituto de Ciencia de India y el Centro Nacional de Ciencias Biológicas.
Satyajit Mayor, científico del Centro Nacional (gobernado por el Departamento de Energía Atómica), anunció que él y otros opositores del armamentismo planean realizar reuniones regulares y seminarios en Bangalore y otras ciudades.
"Se trata de un tema sensible y muchos científicos se dejan llevar por un extraño patrioterismo, pero eso está cambiando", señaló Mayor.
Los expertos condenan también el aumento del gasto relacionado con el armamentismo y el significativo desvío de fondos de importantes áreas sociales y productivas.
El último presupuesto presentado tras las pruebas nucleares incluye un incremento de 14 por ciento en el gasto de defensa. En contraste, el porcentaje destinado al Ministerio de Salud y Bienestar Familiar no alcanza siquiera al aumento del presupuesto militar.
El programa armamentista podría haber costado hasta el momento 6.000 millones de dólares, según estimaciones de MIND. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/ml/ip/98