Las comunidades negras o garífunas del litoral atlántico de Honduras se sienten amenazadas por el proyecto del gobierno de permitir a extranjeros la compra de tierras con fines de desarrollo turístico en zonas limítrofes y en las costas.
El plan, que presupone una reforma de la Constitución, tomó por sorpresa a los garífunas, una de las siete etnias de este país.
Los garífunas temen que los proyectos turísticos acarreen problemas sociales como las drogas, la prostitución y el alcoholismo, y determinen el retroceso de su cultura.
"Los negros estamos en pie de guerra. No permitiremos que en nombre del turismo salvaje se nos aniquile como grupo étnico. Eso es lo que pasará cuando vengan los inversionistas extranjeros a sacarnos de nuestras tierras y nuestras playas en nombre del desarrollo", dijo a IPS Céleo Alvarez Casildo, un dirigente garífuna.
La decisión del gobierno "nos parece equivocada y estamos trabajando en una propuesta que nos garantice el acceso a un desarrollo humano sostenible, mediante la aplicación del turismo ecológico", dijo Casildo, de la Organización Negra de Desarrollo Comunitario, con sede en la norteña ciudad de La Ceiba.
La industria del turismo sólo ha creado en Honduras empleos de baja categoría y "no queremos eso para nuestras comunidades", agregó.
El gobierno anunció que promoverá la reforma del artículo 107 de la Constitución para estimular la inversión y el turismo en las zonas costeras y regiones fronterizas.
Ese artículo constitucional prohibe la venta a extranjeros, en nombre de la defensa de la soberanía nacional, de los terrenos situados a menos de 40 kilómetros de las fronteras y de la costa, o pertenecientes a islas, cayos, arrecifes, peñones y bancos de arena.
Los empresarios privados presionan desde hace ocho años por la derogación de esa prohibición constitucional que, a juicio de quienes la impugnan, impide el crecimiento del turismo y el desarrollo económico del país.
La prédica de los empresarios tuvo eco en el oficialismo, y el presidente del parlamento, Rafael Pineda Ponce, presentó un proyecto de reforma del artículo 107 para derogar la prohibición y permitir la inversión extranjera en la costa y áreas fronterizas.
"Los tiempos ameritan cambios y las sociedades deben modernizarse. Por eso considero oportuno reformar este artículo constitucional en aras de asegurar la inversión extranjera en materia turística", declaró Pineda Ponce.
El parlamentario aclaró que la prohibición de venta de tierras a los extranjeros en las zonas señaladas se mantiene en general, "excepto cuando se trate de proyectos de desarrollo turísticos debidamente aprobados por el Poder Ejecutivo, mediante legislación especial".
Honduras busca insertarse en la globalización y en el libre mercado a través de una serie de leyes y reformas orientadas a atraer capitales extranjeros y que contemplan incentivos y exoneraciones impositivas para algunos casos.
La iniciativa es alentada por el gobierno de Carlos Flores y tiene respaldo de la mayoría de los 128 integrantes del parlamento, que la debatirán el próximo mes y la aprobarán probablemente a fines de año.
El turismo genera ingresos por 120 millones de dólares por año y es la quinta fuente de divisas de Honduras.
El gobierno se propone aumentar en cinco años el rendimiento del sector turístico a 450 millones de dólares y cree indispensable la reforma constitucional para alcanzar ese objetivo, señaló el ministro de Turismo, Norman García.
Uno de los principales atractivos turísticos del país son las ceremonias tradicionales de las comunidades negras ubicadas a lo largo del litoral atlántico, que viven de la pesca y la siembra de hortalizas y granos básicos.
Todas las noches, los habitantes de esa zona se reúnen para celebrar sus festividades religiosas, cuyos ritos son acompañados de cantos y atraen a numerosos turistas como espectadores.
Los garífunas, diseminados desde el departamento de Cortés hasta la selvática y apartada región de la Mosquitia, habitan algunos de los parajes turísticos más codiciados por los inversionistas extranjeros.
"Durante años hemos sabido cuidar de estas tierras, proteger la naturaleza y vivir en armonía con el ambiente. Ahora nos quieren despojar de las mismas, sin darnos garantía alguna de vida digna. Pasaremos pues de dueños de nuestra vida a esclavos, y eso no lo permitiremos", advirtió el dirigente garífuna Alvarez,
El presidente Flores anunció esta semana la instalación de una Comisión del Programa Presidencial de Inversiones, que contempla el desarrollo turismo entre sus principales objetivos. (FIN/IPS/tm/ff/ip en/98