El centro financiero internacional que opera en Panamá desde 1970 podría acabar en la bancarrota si prospera un plan de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para controlar la evasión de impuestos en los paraísos fiscales.
El diario estadounidense The Wall Street Journal reveló que la OCDE propone que se apliquen las mismas leyes usadas contra el lavado de dinero proveniente del narcotráfico para detectar la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales, como Panamá. La información la divulgó este viernes el diario Panamá-América.
Los países ricos amenazan con aplicar "severas represalias" contra los bancos que se presten para que compañías e individuos evadan el pago de impuestos en sus países de origen, mediante el ocultamiento de sus ganancias depositadas en cuentas cifradas en el exterior.
Según The Wall Street Journal, los países industrializados están buscando la manera de romper el secreto bancario en los paraísos fiscales para que se divulgue información sobre depositantes investigados en sus naciones de origen por evadir impuestos.
Aunque el fenómeno ocurre desde hace muchos años, en los últimos tiempos se ha convertido en un grave problema para las tesorerías de los países industrializados "debido al enorme aumento de los flujos globales de capital", indicó la publicación estadounidense.
Pese a las presiones que se realizan ante la banca internacional, "muchos países no consideran la evasión de impuestos como algo serio, especialmente si su propio tesoro no es el que está perdiendo dinero", dice The Wall Street Journal.
Pero las presiones de Estados Unidos para levantar el secreto bancario cuando se trata de depósitos investigados por presunto lavado de dinero, ha tenido una respuesta positiva en la mayoría de los países donde operan paraísos fiscales, como Panamá.
Sin embargo, la idea de los países industrializados de que la legislación contra el lavado de dinero del narcotráfico sea usada ahora para perseguir a los evasores de impuestos, no parece agradar a los banqueros locales.
El banquero y ex contralor general de Panamá Rubén Darío Carles se opuso a la iniciativa. "Nosotros no somos cobradores de impuestos de otros gobiernos", afirmó.
Tras indicar que ese concepto está arraigado desde hace muchos años entre los panameños, Carles advirtió que si en casi 30 años de existencia del centro financiero internacional de Panamá no se han celebrado convenios al respecto "no debemos hacerlo ahora".
Carles coincide con una reciente respuesta dada al respecto por el ministro de Planificación y Política Económica, Guillermo Chapman, según la cual Panamá "no se prestará para cobrarle los impuestos a otros países".
En Panamá operan unos 110 bancos locales y extranjeros que en conjunto cuentan con depósitos superiores a los 34.000 millones de dólares.
Además de generar alrededor de 10.000 empleos bien remunerados, el centro bancario internacional de Panamá aporta unos 300 millones de dólares a la economía nacional.
El abogado y banquero Ricardo Durling, quien a principios de esta década formó parte del grupo negociador del gobierno local para la firma del Tratado de Asistencia Legal Mutua con Estados Unidos, afirmó que el plan de la OCDE forma parte de una vieja aspiración de Washington y otros gobiernos de países del Norte.
Durling dijo que Estados Unidos, en particular, tiene "dos intereses especiales que cuidar: que sus nacionales no evadan los impuestos y que los zares (jefes) de la droga no puedan sacar el dinero ilícito de su territorio".
Además de que el centro financiero es un pilar de la economía de servicios de Panamá, sobre la que se fundamenta el 80 por ciento de sus ingresos, existe una disposición en el Código Penal que prohibe a los bancos "divulgar algún secreto que le pueda causar perjuicio al cliente", subrayó Durling.
"Esta no es función de Panamá y nosotros no tenemos nada que ver con ese asunto (y) por lo tanto, continuamente hemos rechazado revelar cualquier información que tenga que ver con aspectos impositivos", acotó.
Tras señalar que al país le ha costado mucho trabajo crear un centro bancario reconocido en todo el mundo, Durling dijo que si Panamá cede a la presion de los países industrializados "quedará en situación desventajosa, ya que el sector servicios es el que más contribuye" al producto interno bruto. (FIN/IPS/sh/ag/if- ip/98