ETIOPIA-ERITREA: Ahora es el turno de Egipto como mediador

Egipto intenta mediar en la disputa fronteriza entre Etiopía y Eritrea por el Triángulo de Yigra tras el fracaso de Ruanda, Djibouti, Estados Unidos y la Organización de Unidad Africana (OUA) en sus esfuerzos de reconciliación.

"Espero que Egipto tenga éxito", expresó Fekadu Ibrahim, ex oficial del ejército de Etiopía refugiado en Nairobi, la capital de Kenia. "Sería catastrófico para ambas partes que la tensión se convirtiera en una guerra declarada", agregó.

Informes no confirmados sugieren que fuerzas etíopes y eritreas chocaron en la frontera el 31 de mayo.

"Recibí llamados telefónicos desde Etiopía diciendo que fuerzas de ambos bandos intercambiaron disparos el domingo y que hubo víctimas de los dos lados", dijo Ibrahim a IPS el martes.

Los combates, en que ambas partes utilizaron artillería pesada, tuvieron lugar unos 20 kilómetros adentro de Etiopía, cerca de la localidad de Alitena, situada unos 600 kilómetros al norte de la capital Addis Abeba, según informes de prensa.

No hubo comentarios de parte de Addis Abeba ni de Asmara.

Inquieto por el incidente, el canciller egipcio Amr Mousa anunció esta semana que El Cairo acelerará los contactos diplomáticos con Etiopía y Eritrea para aliviar la tensión.

"Egipto desea la paz. No queremos conflictos en la región", declaró Mousa a los periodistas esta semana en la capital de Egipto.

El conflicto entre ambos vecinos del Cuerno de Africa estalló el 13 de mayo cuando el Consejo de Ministros de Etiopía acusó a fuerzas eritreas de ocupar parte del noroeste del país el 12 de mayo.

Eritrea se apresuró a negar la acusación y afirmó que sus fuerzas sólo tomaron represalia por la violación de sus fronteras por parte de milicias etíopes el 6 de mayo.

El territorio disputado -el triángulo de Yigra- cubre 400 kilómetros cuadrados a lo largo de la frontera binacional.

Los esfuerzos de mediación de Egipto se producen tras una serie de gestiones diplomáticas del secretario general de la OUA, Salim Ahmed Salim, quien expresó preocupación por el deterioro de la seguridad en la frontera.

En una declaración emitida desde la sede de la OUA en Addis Abeba, Salim urgió el domingo a ambas partes a evitar el enfrentamiento militar y procurar una salida pacífica.

"El enfrentamiento militar no puede resolver y no resolverá la disputa fundamental que dio origen al actual conflicto, ni servirá a los intereses a largo plazo de ambos pueblos", dice la declaración.

El secretario general de la OUA advirtió que si el conflicto no se maneja adecuadamente, podría salirse de control y afectar a todo el Cuerno de Africa. "Esto es lo que temen Egipto y la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo", destacó Ibrahim.

Etiopía insistió este martes en que no negociará a menos que Eritrea se retire del territorio que ocupa, según lo hizo saber la estatal Radio Etiopía.

La mayor preocupación de Egipto parece ser el agua del río Nilo, que se origina en gran parte en el Nilo Azul, en Etiopía.

Además, un conflicto entre Etiopía y Eritrea involucraría probablemente a Sudán, que acusó a esos dos países y a Egipto de intentar "exportar" facciones islámicas extremistas para desestabilizarlo.

Sudán alberga un número importante de refugiados de Etiopía y 500.000 de Eritrea, la mayoría escapados de la guerra civil que azotó a su país entre 1961 y 1991.

La situación se complica por el hecho de que cerca de medio millón de eritreos viven en Etiopía, principalmente en Addis Abeba, y algunos ocupan altos cargos en el gobierno.

Además, unos 120.000 etíopes residen en Eritrea. La mayoría trabaja en el puerto de Assab, que constituye la única salida de Etiopía al mar Rojo.

Las historias de ambos países están estrechamente ligadas. Partes de lo que actualmente es Eritrea integraron alguna vez los imperios etíope y otomano, y aun de feudos sudaneses y egipcios hasta 1889, cuando Italia ocupó el área.

El dominio italiano fue seguido por una administración militar británica entre 1941 y 1952, y posteriormente se formó una federación entre Eritrea y Etiopía.

Sin embargo, como el emperador etíope Hailé Selassie redujo gradualmente la autonomía de Eritrea, estalló en 1961 una guerra de guerrillas, un año antes de que ese país se convirtiera en una provincia de Etiopía. La guerra terminó en 1991 con la independencia de Eritrea. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/ml/ip/98

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