El presidente de El Salvador, Armando Calderón Sol, comenzó hoy su cuarto y último año de mandato sin haber podido cumplir aún con las mayores aspiraciones de la población: tener más dinero en el bolsillo, y tenerlo seguro.
Pero mientras la población se siente cada día más pobre, las estadísticas muestran un país de indicadores macroeconómicos estables, atractivos para la inversión extranjera y de aceptable crecimiento.
Esta incoherencia entre lo micro y lo macro y, además el fuerte crecimiento de la delincuencia común, es lo que ha hecho impopular al gobierno de la derechista Alianza Republicana Nacional, pese a que se le reconocen importantes logros.
En un encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la Universidad Centroamericana, Calderón Sol recibió una calificación de 5,14 sobre 10.
En esa y otras consultas realizadas, los puntos débiles del gobierno de Calderón son la economía y la seguridad pública, mientras la educación figura entre sus principales logros.
El sentimiento de quienes creen que la seguridad ha empeorado fue corroborado en 1997 con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) según el cual El Salvador es el país más violento del continente.
El estudio indica que después de la guerra civil, concluida en 1992, la violencia se ha traducido en unos 100 asesinatos cada 100.000 habitantes.
Las estadísticas de la Fiscalía General para 1997 establecen que ese año se cometieron 61.838 delitos, de los cuales 53.462 incluyeron violencia. El promedio mensual de los delitos violentos fue 4.455.
En 1996 se cometieron 8.019 asesinatos y en 1997 la cifra subió a 8.281, 690 homicidios por mes en promedio. Para 1998, si bien no hay cifras disponibles, la percepción es de que hay un aumento.
Luis Cardenal, presidente de la Cámara de Comercio e Industria y miembro del Consejo de Seguridad Pública, asegura que el gobierno se ha esforzado para contrarrestar la delincuencia, pero, por diversos motivos, no lo suficiente.
En cuanto a la situación económica, el estudio del UIDOP indica que 45,9 por ciento de los salvadoreños considera que su situación económica familiar ha empeorado.
Las estadísticas macroeconómicas, en cambio, son buenas. La inflación, que en 1993 era de 12,1 por ciento, es ahora de 1,9 por ciento.
El pais ha logrado estabilidad, hay inversión pública y privada y ha mejorado la imagen en el exterior de la economía, a la que se considera sólida y en crecimiento.
El ministro de Economía, Eduardo Zablah, asegura que el gobierno de Calderón ha cumplido sus promesas económicas, y recordó en ese sentido la caída de la inflación y el crecimiento del producto interno bruto (PIB) a cuatro por ciento anual.
Zablah declaró hace una semana que el crecimiento económico se ha reflejado en el bienestar de los salvadoreños, porque los niveles de pobreza bajaron de 53 a 48 por ciento durante la administración actual.
"Vamos por buen camino, pero no hay fórmulas mágicas y por eso seguimos siendo un país pobre. Si continúan las políticas económicas actuales, El Salvador podría eliminar la pobreza extrema en una generación", dijo Zablah.
Para otros expertos, la situación no es tan sencilla.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) informó que el crecimiento actual del PIB no es suficiente para reducir la pobreza ni el desempleo, que afecta a entre siete y ocho por ciento de la población económicamente activa.
Mauricio Funes, economista de Fusades, dijo a IPS que la percepción de la población, que no siente el impacto positivo de la macroeconomía, es correcta.
"El crecimiento de cuatro por ciento que está experimentando el país es inferior al crecimiento de hace cuatro años", cuando El Salvador mostró cifras de seis por ciento anual.
Rafael Pleitez, jefe del Departamento de Economía de la Universidad Centroamericana (UCA), aseguró que al crecimiento actual se necesitarán 65 años para duplicar el ingreso por habitante, que en 1996 fue de 2.635 dólares anuales.
Aunque ese ingreso fuera parejo para toda la población, no alcanzaría para cubrir el costo de la canasta básica mensual, agregó.
La administración de Calderón exhibe sus principales logros en la reforma educativa, mediante la cual se logró cobertura total en el ciclo básico para 1.639.089 estudiantes.
A la vez, se emprendió un programa de evaluación de docentes y se diseñó un sistema nacional de evaluación para los estudiantes.
Sin embargo, el principal logro está, al parecer, en el plano político. El mandatario ubica la consolidación de la democracia entre sus mayores triunfos.
Calderón Sol asumió el poder en 1994, tan solo dos años después de que se firmaron los acuerdos de paz que concluyeron con 12 años de guerra.
Sin que hubiera acabado el proceso de transición, el mandatario hizo frente a quienes se oponían a la apertura de espacios políticos.
En virtud de esa apertura, El Salvador está hoy ante la posibilidad de que, por primera vez, un partido de izquierda asuma el poder, si el otrora guerrillero Frente Farabundo Martí logra derrotar a la gobernante Arena en las elecciones presidenciales de marzo de 1999. (FIN/IPS/mso/mj/ip if/98