El organismo a cargo del control de la migración de Estados Unidos fue acusado otra vez de arrogante, arbitrario, insensible, cruel y caprichoso a raíz del rechazo a último momento de la solicitud de nacionalidad de Berta Capellán, natural de Colombia.
Berta Capellán, nacida 58 años atrás, reside en Estados Unidos hace 12. Trabaja 60 horas semanales de conserje, cuida su hogar y va a la escuela nocturna para mejorar su manejo del idioma inglés.
Capellán pidió en 1994 que se le reconociera la nacionalidad estadounidense. Dos años más tarde, fue convocada por el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) a una entrevista con un funcionario y a una prueba que le tomó una compañía privada contratada por el organismo, ambas en inglés.
Pasó ambos escollos. Pasaron dos años más antes de que fuera convocada a la ceremonia de investidura de ciudadanía junto con otros 2.000 inmigrantes, en el Centro de Convenciones de Miami, la tarde del día 8. Otros 3.000 inmigrantes habían participado en la ceremonia en el mismo recinto por la mañana.
Faltaban apenas minutos para que Capellán cumpliera con su objetivo cuando apareció otro obstáculo. En sus documentos de naturalización, ella figuraba con el apellido de su ex esposo, por lo que solicitó que lo cambiaran por el suyo.
El INS entendió que Capellán fue incapaz de hacerse entender con claridad, por lo que debió convocarse un intérprete. Para el organismo, era claro que ella no comprendía el inglés, requisito ineludible para que un inmigrante obtenga la nacionalidad.
Por lo tanto, sus papeles fueron retirados y se bloqueó el otorgamiento de la ciudadanía.
Por su parte, Capellán aseguró que comprende el inglés y que sabe comunicarse con corrección, y atribuyó a sus nervios su dificultad para comunicarse.
"Dios mío, tantos años de espera, tanto trabajo y ahora, esto. Un obstáculo atrás del otro. He luchado por esto durante 12 años, desde el momento en que llegué a este país. ¿Cómo pueden hacerme esto a mí?", se lamentó, llorando.
Esa pregunta fue repetida una y otra vez en los días siguientes en los medios de comunicación hispanos en Miami.
"Nunca escuché un caso como éste. Una decisión así requiere muchísima más evidencia. El INS debió haber argumentado y probado que esta mujer cometió fraude en la entrevista y el examen, o que mintió y que, por eso, los conocimientos de inglés que demostró al principio ya no son válidos", dijo el abogado Wilfredo Allen.
Se trata de una decisión gratuita, según Allen, jurista especializado en migraciones. Hubo diferencias en los criterios utilizados por el funcionario que entrevistó a Capellán y encontró que su inglés era aceptable y el que la expulsó de la ceremonia, agregó.
"Tenemos el poder de tomar decisiones de último minuto como ésta, aun si la persona pasó por el trámite burocrático. El proceso de determinar si una persona puede o no convertirse en ciudadana no se termina hasta el momento en que toma el juramento", dijo el portavoz del INS en Miami, Lemar Wooley.
Aunque no dio ejemplos concretos, Wooley aseguró que la agencia del gobierno estadounidense tomó en el pasado la misma medida en circunstancias similares.
Otras fuentes del INS dijeron que más de 20 personas fueron sometidas a negativas de último minuto el año pasado, ya por deficiencias en el inglés o porque no llenaban los requisitos de residencia.
La periodista Liz Balmaseda informó del caso de Magda Méndez, de 54 años, nacida en Venezuela, quien asistió en octubre del año pasado a la ceremonia de nacionalización a pesar de que estaba convaleciente de una operación quirúrgica delicada.
Cuando se sintió cansada, Méndez preguntó a un funcionario dónde estaba la sala de descanso. Pero el funcionario la envió con otro que le hizo una serie de preguntas.
"Usted no sabe inglés y tendrá que regresar", le dijo en español. Cuando ella le explicó la situación, él contestó: "Bien, cuando se recupere de la anestesia, regrese."
Informes como éstos abonaron las acusaciones contra el INS, cuyos funcionarios son caracterizados como burócratas prepotentes que ejercitan el poder que tienen sobre la vida de los inmigrantes de modo gratuito.
Algunos observadores comentan que las leyes contra la inmigración aprobadas por el Congreso de mayoría del opositor Partido Republicano desde 1996 sumaron muchas tareas a las ya encomendadas a la agencia sin aumentar sus recursos.
Presionado por los medios de comunicación, en especial los programas de radio en español con participación de la audiencia, defensores de los inmigrantes y políticos de Miami, el INS concedió una audiencia especial a Capellán para resolver su caso. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/mj/hd pr ip/98