El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, exhortó hoy a todos los miembros del foro mundial a cumplir nuevos plazos para eliminar el narcotráfico al inaugurar una conferencia mundial sobre drogas.
"Estos objetivos deben cumplirse", urgió a los delegados, y agregó que la comunidad internacional llegó a una encrucijada en el desafío a la reducción de la producción, el tráfico y el uso de drogas ilegales.
Según una declaración política que se adoptará en la sesión especial en curso de la Asamblea General de la ONU para discutir el problema mundial de las drogas, los 185 estados miembros deberán ajustarse a dos plazos: los años 2003 y 2008.
La ONU pretende que, para el año 2003, todos los países miembros aprueben leyes apropiadas para poner fin al lavado de dinero del narcotráfico, que asciende a 200.000 millones de dólares anuales en todo el mundo, destacó Annan.
Para el año 2008, todos los estados miembros deberían hacer un "progreso real" en la eliminación o reducción significativa de cultivos de opio, amapola, coca y cannabis, exhortó el secretario general. "La creciente tendencia al abuso y la producción de sustancias psicotrópicas debe revertirse", dijo.
La "cumbre de las drogas" reúne a más de 30 mandatarios en Nueva York, además de representantes de otros 120 países, y finalizará este miércoles.
El director del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de las Drogas (PNUFID), Pino Arlacchi, manifestó satisfacción en rueda de prensa por el apoyo que recibió el programa antidrogas.
Bolivia ya declaró que pondrá fin a todos los cultivos de coca en un plazo de cinco años, señaló Arlacchi.
El tráfico de drogas se transformó en una industria multimillonaria y ningún país se salva de él, observó Annan. El Fondo Monetario Internacional estimó que entre dos y cinco por ciento del producto interno bruto mundial procede del lavado de dinero, agregó.
Los desafíos que debe enfrentar la comunidad internacional son enormes. "Siempre habrá algunos dispuestos a darse por vencidos, pero nunca debemos ceder a las drogas ilegales, dada la cantidad de víctimas humanas que se cobran en nuestra sociedad", instó el secretario general.
En todo el mundo hay 21 millones de adictos a la cocaína y la heroína, y 30 millones que usan estimulantes del tipo de las anfetaminas, afirmó Annan. "No podremos aliviar su sufrimiento ni el de su seres queridos a menos que combatamos este mal", advirtió.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, dijo que su país no permanecerá pasivo frente al problema mundial de las drogas "mientras el perjuicio maligno creado por los narcóticos amenace nuestras familias, nuestra juventud y nuestras sociedades".
Brasil adoptó varias medidas para luchar contra el problema de las drogas, aseguró. El gobierno aprobó leyes sobre el lavado de dinero, protegió el espacio aéreo mediante la política de derribar aviones infractores y aplicó con mayor rigor las normas de registro y posesión de armas ligeras.
Así mismo, Brasil proporcionó más recursos financieros para equipar a la policía y aumentar la vigilancia aérea en la zona amazónica, indicó Cardoso. "Estamos plenamente conscientes de lo mucho que queda por hacer, pero se tomaron medidas importantes", sostuvo.
Quienes lucren con el narcotráfico "no hallarán la menor tolerancia en Brasil hacia su actividad ilícita", aseguró Cardoso.
El mandatario anunció la creación de una secretaría nacional contra las drogas para definir una política dirigida a los problemas provocados por ellas.
México y Estados Unidos, dos países embarcados en una batalla sin descanso contra las drogas, prometieron respaldar a la ONU. El presidente estadounidense Bill Clinton propuso una campaña nacional durante cinco años y por valor de 2.000 millones de dólares para educar a los niños contra el consumo de drogas.
Los países, sean proveedores, consumidores o lugares de paso de las drogas, deben evitar la batalla sobre a quién corresponde la culpa por el tráfico mundial, exhortó Clinton.
El PNUFID combate la producción, el tráfico y el abuso de drogas en el mundo, y procura que el dinero empleado con ese fin obtenga los máximos resultados.
"Celebro el objetivo del PNUFID de reducir drásticamente el cultivo de coca y opio para el año 2008. Haremos nuestra parte en Estados Unidos para hacer realidad esta meta", prometió Clinton.
El presidente mexicano Ernesto Zedillo exhortó a la comunidad internacional a utilizar el liderazgo y la autoridad moral de la ONU para trabajar en conjunto por un mundo sin drogas.
"Por lo tanto, México propone brindar a las Naciones Unidas el mecanismo para articular y alentar la lucha global contra las drogas como gran prioridad", añadió.
El presidente francés Jacques Chirac dijo que la actual sesión especial debe ser el punto de partida de una acción internacional que sea más global y enérgica. "Francia se une a la ONU para otorgar a la lucha mundial contra las drogas una estatura y eficiencia equivalentes al enemigo que combatimos", declaró.
"Los anales de la historia deben registrar que la gran cruzada de las naciones contra las drogas comenzó aquí, en Nueva York", dijo Chirac.
El primer ministro de Italia, Romano Prodi, dijo que las iniciativas adoptadas en la sesión especial y el compromiso en curso contra las drogas deben enviar la clara señal de que la comunidad internacional "adoptará la acción decisiva para eliminar este flagelo de nuestro siglo".
Pero para tener éxito en su programa contra las drogas, el PNUFID debe contar con recursos adecuados, muy superiores a su presupuesto anual de 65 millones de dólares por año, añadió Prodi.
El presidente boliviano Hugo Banzer dijo que consultará con los productores de coca para erradicar los cultivos ilegales "de una vez por todas". "Seremos inflexibles con los traficantes de drogas. No les daremos un momento de descanso hasta que salgan para siempre de la historia de Bolivia", sostuvo.
Banzer también propuso la creación de un Grupo Multilateral Consultor de Evaluación, Coordinación y Control, especialmente para combatir el narcotráfico.
Cuando entregue la presidencia en agosto de 2002, Banzer prometió dejar a un país libre de "este grave estigma, con un pueblo orgulloso de haber sido el primero en el mundo en declarar la guerra absoluta al tráfico de drogas".
"Ese es mi compromiso con los bolivianos, mi aporte a esta lucha que no sabe de fronteras, y mi decisión como presidente", concluyó Banzer. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ml-aq/ip/98