DESARME: Japón grita, pero India y Pakistán se hacen los sordos

Japón apela a su imagen de principal donante mundial, no poseedor de armas nucleares y único país que sufrió ataques con bombas atómicas, pero sus quejas no son atendidas por los cada vez más beligerantes India y Pakistán.

"Las pruebas nucleares dispuestas por Nueva Delhi e Islamabad demostraron a Tokio que no puede hacer mucho para impedir el desarrollo de una carrera armamentista en Asia", dijo Msayuki Tadokoro, profesor de la Academia Nacional de Defensa de Japón.

Al igual que otras potencias mundiales, Japón exhortó a los dos países, que lo tienen como principal donante de asistencia externa, a detener sus programas nucleares, y ya no vacila en suspender la entrega de fondos.

"Observo con cuidado la tendencia de la política nuclear de India, que tiene una gran influencia sobre la paz y estabilidad del mundo", dijo en una carta enviada en marzo el primer ministro japonés Ryutaro Hashimoto a su par indio, Atal Behari Vajpayee.

Pero la respuesta de Nueva Delhi fue percibida por Tokio como una bofetada. "Lo hicieron", se limitó a comentar Hashimoto luego de enterarse de las pruebas de armas nucleares efectuadas por India los días 11 y 13.

El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Keizo Obuchi, convocó al embajador pakistaní a su oficina para presionar a su gobierno. Pero eso no fue suficiente.

La decisión de Pakistán de realizar seis pruebas nucleares la semana pasada dejó a Japón, líder económico asiático, asustado, molesto y frustrado.

El gobiernos japonés ha tratado durante décadas de convencer a India y Pakistán para que se unan al Tratado de No Proliferación Nuclear, lo cual se convirtió en una de sus prioridades en cada visita al sur de Asia.

Tokio, principal donante de asistencia a India y Pakistán, suspendió los créditos y fondos a ambos países, lo cual constituirá un duro golpe para ellos, en especial si continúa creciendo el gasto de programas nucleares de defensa.

La suspensión de los préstamos, 935,3 millones de dólares al año a India y 230,2 millonea s Pakistán, desalentará también las inversiones en los dos países.

Hace tres años, Japón suspendió la asistencia a China tras una prueba nuclear subterránea, y reanudó su ayuda sólo cuando el gigante asiático firmó el Tratado de Prohibición Total de Armas Nucleares.

La frustración está alimentada por el hecho de que Japón podría tener un papel más importante en el debate nuclear. Después de todo, al contrario que las restantes potencias, Tokio no tiene armas nucleares para protegerse y conoce muy bien, pues los ha pagado, los costos de un ataque.

"Japón debería tomar la delantera, pues no puede ser acusada de pretender el mantenimiento de la delantera, al contrario que Estados Unidos y los restantes países con armas nucleares", dijo Ralph Cossa, del no gubernamental Pacific Forum CSIS, con sede en Hawaii.

"Como país sin arsenal nuclear comprometido con su eliminación y con conocimiento de primera mano sobre los horrores de esas armas, las credenciales de Japón para asumir un liderazgo son impecables", agregó Cossa.

El activista exhortó a Japón a esgrimir su influencia económica en el sur de Asia para presionar, con la finalidad de que otros países ricos hagan lo mismo.

"Mientras las pruebas en India fueron sorpresivas, las de Pakistán fueron previstas y ocurrieron a pesar de la política de garrote y zanahoria de los gobiernos de Japón y Estados Unidos", alertó el editor de noticias internacionales del diario Asahi Shimbun, Haruhito Kiyota.

Tokio manifestó su disgusto en alta voz y decidió el viernes pedir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que disponga medidas para controlar la carrera armamentista entre India y Pakistán.

El gobierno de Hashimoto dijo que propondrá la prohibición total de realización de pruebas nucleares a través de una resolución de la ONU.

Japón, único país del mundo que sufrió ataques con bombas atómicas cuando Estados Unidos arrojó dos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki al finalizar la segunda guerra mundial, tuvo un papel fundamental para impedir una carrera armamentista nuclear en Asia.

Los expertos afirman que la tecnología que desplegó India le permitirá al país continuar desarrollando su capacidad nuclear bélica aun sin detonar ningún artefacto, lo cual le permitirá construir bombas luego de firmar el Tratado de Prohibición Nuclear de Pruebas Nucleares.

Lo mismo sucederá con Pakistán, que habría recibido ayuda china para su programa nuclear.

Pakistán acusó a India de planear nuevas pruebas en julio, pero Nueva Delhi afirmó que procurará una moratoria sobre estas prácticas y propone a Islamabad un tratado según el cual los países se comprometerían a no atacar primero con esas armas.

Ryukichi Imai, ex embajador de Japón ante la Conferencia sobre Desarme en Ginebra, dijo que uno de los peores temores de su país tras las pruebas es que China, potencia nuclear declarada y grave amenaza nacional para India, reanude las suyas.

En todo caso, una carrera armamentista entre China, India y Pakistán supondría la derrota de los esfuerzos antinucleares de la comunidad internacional. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mj/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe