El enfoque de la tortura en la ONU registró una evolución evidente en el debate para la creación de un Tribunal Penal Internacional (TPI) en curso en esta capital, destacó hoy un panel de especialistas.
El debate es testamento de los logros alcanzados para que los gobiernos tomen la tortura en serio, dijo Theo van Boven, ex relator especial de la ONU de discriminación y tratamiento de minorías.
A comienzos de los 70, las críticas extendidas sobre la tortura, primero en Chile bajo el régimen del general Augusto Pinochet y luego en la era del apartheid en Sudáfica, pusieron fin al silencio oficial, pero la política de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) se centró en la prevención.
Ahora, la conferencia para establecer el TPI pone el énfasis en el castigo de los responsables de torturas y la compensación de las víctimas, dijo Van Boven. El cambio es importante, dado que muchos defensores de los derechos humanos creen que los gobiernos aún tratan la tortura muy poco seriamente.
"La cuestión de la tortura es ignorada internacionalmente", dijo Guillaume Ngefa, de la Asociación para la Prevención de la Tortura con sede en Ginebra.
Sólo 104 de 193 gobiernos en todo el mundo ratificaron la Convención contra la Tortura de 1984, lo cual la convierte en las convenciones de derechos humanos menos ratificadas.
Según el Ngefa el problema es que, si bien los países adoptan medidas para castigar o prohibir la tortura, no actúan con vehemencia para cumplirlas.
Una de las consecuencias es que muchas víctimas de tortura aún se sienten reticentes a hacer públicas sus acusaciones. Otra, que no hay estadísticas confiables sobre casos de tortura en todo el mundo.
Según el grupo con sede en Londres Redress, en los últimos años se registraron casos de tortura en al menos 99 países, y la práctica fue extendida en al menos 40.
El estatuto del TPI puede beneficiar a víctimas de la tortura si toma medidas concretas para encarar los derechos de las víctimas, alega la académica Naomi Roht-Arriarza de la Universidad de California.
Algunos gobiernos participantes en las negociaciones en Roma están preocupados por la posibilidad de que el TPI determinara los daños financieros, pero Van Boven alega que la reparación involucra más que factores financieros.
"En encuentros que tuvo con víctimas de tortura, para ellos es extremadamente importante que se revelara la verdad. Esto era más importante que la compensación financiera", agregó el ex relator de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/hd ip/98