La emigración vuelve a convertirse en un foco de tensiones para Cuba que, mientras intenta evitar una nueva crisis de balseros, tropieza con el estímulo al éxodo ilegal que llega cada vez con más fuerza desde el exterior.
La Habana y Washington están de acuerdo, por primera vez en décadas, de que no debe repetirse un éxodo masivo al estilo del que arrojó al mar a unos 30.000 cubanos a bordo de embarcaciones precarias en agosto de 1994.
Pero, en el bando opuesto, varias organizaciones del exilio cubano en Estados Unidos y el presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, como nuevo y poderoso aliado de la derecha cubana, parecen buscar exactamente lo contrario.
La alianza provocó una rápida reacción de la cancillería cubana el jueves y un comunicado oficial este domingo, ambos desmintiendo un supuesto acuerdo en materia migratoria anunciado por Alemán.
De acuerdo con el presidente nicaragüense, Cuba permitiría que balseros que se encuentran en un centro de retención en Bahamas y otros que fueron repatriados en los últimos días viajen con asilo político a Nicaragua.
La voluntad de Alemán de recibir a todos los cubanos que quieran emigrar fue expresada por primera vez el 20 de mayo durante una visita del nicaragüense a la ciudad de Miami por invitación de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).
La FNCA está considerada la organización anticastrista más influyente de exiliados cubanos en Estados Unidos, firme partidaria del mantenimiento del cerco económico al gobierno de Castro.
Dos días después de la visita de Alemán a Miami, el gobierno nicaragüense informó que el mandatario pedirá a sus pares que la IX Cumbre Iberoamericana programada para Cuba se realice en otro país.
Es previsible que Managua mantenga la misma posición crítica hacia La Habana en la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) que sesiona entre este lunes y el miércoles en Caracas.
El supuesto entendimiento migratorio entre Cuba y Nicaragua intentaba solucionar una polémica generada en Miami luego de que Bahamas reiniciara en junio las deportaciones de cubanos que recalan en sus costas en el intento por llegar a Estados Unidos.
En mayo, Bahamas repatrió 197 cubanos, entre ellas 139 hombres, 37 mujeres y 21 niños. Entre los repatriados figuraban tres estrellas de béisbol y un entrenador que pretendían obtener visa de un tercer país.
Pero, La Habana se apresuró a calificar el acuerdo anunciado por Alemán de "fantasioso" y reiteró su política de que "la emigracion desde el territorio nacional se realiza por vías legales, seguras y ordenadas".
"Cuba desea expresar que, si el señor Alemán es tan generoso, estaríamos dispuestos a dar autorización a todos los ciudadanos que deseen emigrar legalmente a Nicaragua", afirmó el comunicado divulgado este domingo.
"Bastaría con que dichos ciudadanos se dirigieran por escrito al Ministerio del Interior de Cuba, solicitando la correspondiente autorización para proceder a iniciar los tráamites pertinentes, si el señor Alemán acepta esta proposición", añadió.
La Habana no autorizará la salida del país a "los ciudadanos, que violando los acuerdos migratorios suscritos con diversos países de la region trataron de emigrar ilegalmente a través de Bahamas, de donde fueron deportados a Cuba".
Además, el comunicado fue categórico al dejar claro que las autoridades no permitirán un asalto a la embajada nicaragüense como sucedió a varias representaciones en 1990 y como estuvo a punto de suceder a la de España en 1996.
"La embajada de Nicaragua en Cuba no deberá ser molestada ni se permitirá que sea molestada en absoluto", subrayó el documento.
La declaración sucedió a un aumento de las medidas de seguridad alrededor de la sede nicaragüense en La Habana y a que emisoras de radio que transmiten desde Estados Unidos empezaran a incluir en las noticias la dirección de esa embajada.
Expertos consultados por IPS estiman que desde el sector anticastrista más radical del exilio cubano se intenta provocar una nueva crisis migratoria que frene cualquier tendencia a favor de un levantamiento del bloqueo estadounidense a Cuba.
Una ola de indocumentados desde la isla aparece como una seria amenaza en el esquema de seguridad nacional de Estados Unidos y tendría un efecto similar a la crisis de las avionetas de febrero de 1996.
El derribo por las fuerzas aéreas cubanas de dos avionetas civiles el 24 de febrero de 1996 sucedió a una serie de violaciones del espacio aéreo de la isla por aeronaves pertenecientes al grupo de exiliados "Hermanos al rescate".
El incidente puso punto final a un incipiente proceso de distensión entre La Habana y Washington y precipitó la aprobación y sanción por el presidente Bill Clinton de la polémica ley Helms- Burton, que endurece las sanciones económica contra Cuba.
Pero las imágenes de miles de cubanos abandonando la isla en el verano de 1994 no se ha olvidado lo suficiente para que el gobierno de Fidel Castro pueda tener en mente una jugada semejante en su interminable partida con Estados Unidos.
Utilizado en el pasado como un elemento de presión hacia Washington, un éxodo masivo perjudicaría la imagen internacional de Cuba en momentos en que se inicia un proceso de apertura hacia la isla tras la visita del papa Juan Pablo II en enero.
Aunque la emigración suele verse como "una válvula de escape nada despreciable", al gobierno no le convendría en términos de estabilidad el desorden interno que provocaría una apertura de sus fronteras, según expertos.
Estadísticas de la guardia costera de Estados Unidos arrojan un aumento de las personas interceptadas en alta mar de 45 en el primer trimestre de 1997 a más de 120 en los primeros tres meses de este año.
El aumento coincide con el octavo año de la peor crisis económica de este siglo en Cuba y el anuncio oficial de que la producción de azúcar, el rubro exportable cubano por excelencia, no superará 3,2 millones de toneladas.
La Iglesia Católica cubana llamó al gobierno este fin de semana a encontrar las vías para evitar la emigración que "como un río no cesa de ensancharse" si pretende mantener los logros sociales de las últimas tres décadas. (FIN/IPS/da/mj/ip pr/98
