El presidente de Cuba, Fidel Castro, atribuyó los principales problemas del gobierno de Bill Clinton en materia internacional al apoyo que dio a la ley Helms-Burton, que recrudeció el bloqueo de Estados Unidos contra la isla con implicaciones extraterritoriales.
La norma le acarreó a Clinton muchos problemas internacionales "de los que está hastiado", afirmó Castro, quien consideró "confuso" el pacto entre la Unión Europea y Estados Unidos que libra a los empresarios del bloque de los efectos de la ley.
Hablo de Clinton "sin cegarme y conociendo sus errores. Yo diría que el saldo es positivo analizando determinadas características de él y que quería hacer algo por la gente que votó por él", dijo el mandatario de 71 años.
Pero, agregó, el problema de Clinton fue que trató de complacer a la ultraderecha cubana y firmó una ley que, a la postre, le restó capacidad para manejar la politica internacional del país al poner la decisión en manos del Congreso.
Castro conversó con un grupo reducido de corresponsales extranjeros acreditados en Cuba la noche del martes, durante una recepción en la Embajada de México en La Habana en ocasión de la visita a este país de la canciller de ese país, Rosario Green.
La visita oficial de Green, que concluyó este miércoles, incluyó una entrevista de seis horas con Castro, tras la cual afirmó que el presidente cubano no tiene interés en que su país reingrese a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Cuestión recurrente desde su firma por Clinton el 12 de marzo de 1992, la ley Helms-Burton fue también condenada por Green, que sostuvo la histórica posición de México contra el bloqueo y contra toda medida que amenace la soberanía de un país.
Castro dijo que México "es un país que asusta a Estados Unidos" porque es una nación grande con recursos y población numerosa. Washington "siempre ha sentido mucho temor de cualquier explosión, crisis, problema en México", recalcó.
El mandatario criticó la Operación Casablanca, que permitió a funcionarios estadounidenses realizar investigaciones ilícitas sobre lavado de dinero en territorio de México y sin autorización del gobierno de ese país.
"Parece cosa de gángster", comentó Castro, y aseguró que esa operación "es una acción muy sucia contra México, un acto de deslealtad tremenda que nos ha dolido a todos, no solo a los mexicanos".
Para el presidente cubano, se trata de un ejemplo más de la hegemonía que pretende ejercer Estados Unidos, país que se opone, dijo, a cualquier manifestación de unidad latinoamericana.
Castro fustigo lo que consideró el propósito de Washington de imponer acuerdos económicos multilaterales a los países menos desarrollados, a la vez que "pescan con dos anzuelos" pretendiendo controlar también los convenios regionales.
"No les gusta nada el Mercosur ni la unión latinoamericana, ni quieren nada de eso, quieren discusiones uno por uno porque saben que en la unión está la fuerza", dijo.
Estados Unidos procura un proceso acelerado de acuerdos multilaterales que conduzcan a la supresión total de trabas a las inversiones de sus transnacionales y a las exportaciones del país norteamericano, agregó. (FIN/IPS/da/mj/ip/98