El presidente de Costa de Marfil, Henri Konan Bedie, propuso al parlamento cambios constitucionales que extenderían su mandato de cinco a siete años y le otorgarían la potestad de suspender las elecciones.
La propuesta de reformas de Bedie, en el gobierno desde 1993, es resistida por grupos defensores de los derechos humanos y fuerzas democráticas de este país africano de 14 millones de habitantes y 63 grupos étnicos.
Bedie sostiene que la propuesta le dará a su gobierno la posibilidad de implementar sus programas socioeconómicos.
Los críticos indican que el presidente quiere emular a su antecesor, Félix Houphouet-Boigny, quien pasó 32 años en el poder. Houphouet-Boigny lideró a Costa de Marfil a la independencia de Francia en 1960, y se mantuvo en la presidencia hasta su muerte en 1993.
La propuesta de Bedie de fortalecer a un presidente saliente para que suspendiera las elecciones en caso de desórdenes indignó a muchos. "Esta cláusula es como dar un cheque en blanco a alguien, ya que el presidente no aclaró a qué se refiere con desórdenes", dijo el abogado Boga Doudou.
Otros temen un futuro sombrío para este país de Africa occidental, considerado un oasis en una región turbulenta.
"Esta propuesta de reforma constitucional tiene todas las tendencias de desatar una guerra civil si es aprobada como ley", advirtió Martin Bleou, presidente de la Asociación Marfilense de Derechos Humanos (LIDHO), quien apeló a Bedie a que la retire.
El periodista Cesar Etou afirmó que Costa de Marfil se convertirá en un "reinado" si la nueva reforma constitucional es aprobada en el parlamento.
El parlamentario del Frente Popular (FPI) Hivet Gbagbo estuvo de acuerdo. "Esta disposición fue hecha para detener el avance de la democracia. Estoy preocupado por mi país", declaró.
Ignorando protestas populares, el Comité de Asuntos Generales del parlamento adoptó la propuesta el 28 de mayo, y todo indica que el cuerpo, integrado por 84 por ciento de partidarios de Bedie, aprobará la ley. (FIN/IPS/tra-en/md/mn/pm/lp/ip/98