El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, recibió hoy en Washington a su par de Corea del Sur, Kim Dae Jung, como la heroica figura que superó el pasado dictatorial de su país y evitó que la crisis económica se convirtiera en bancarrota.
Kim, un ex disidente que estuvo sentenciado a muerte en los años 80, se unió a "algunos de los mayores héroes de la libertad que sufrieron un tratamiento injusto y brutal de su gobierno", afirmó Clinton, que citó los ejemplos de Lech Walesa en Polonia, Vaclav Havel en Checoslovaquia y Nelson Mandela en Sudáfrica.
"La irresistible ansia de libertad, derechos humanos y democracia llevó a Kim Dae Jung a la presidencia de su país y lo trajo de vuelta a Estados Unidos, donde alguna vez vivió en el exilio y hay un fuerte apoyo bipartidario a la democracia coreana", dijo Clinton en una ceremonia en la Casa Blanca.
Sin embargo, Kim enfrenta ahora dos de los mayores desafíos de su carrera. Uno de ellos consiste en convencer a empresas estadounidenses de invertir en Corea del Sur mientras se recupera de su peor crisis económica desde la guerra de Corea (1950-1953).
El segundo desafío consiste en persuadir a Washington de que la ampliación de los contactos con la comunista Corea del Norte llevará la paz a una de las zonas más militarizadas del mundo, de acuerdo con analistas políticos.
Muchos surcoreanos esperan que la visita de Kim ayude a fortalecer la imagen de su país como una nación democrática que lucha por reformar un sistema de "capitalismo de compinches" en el que las corporaciones y los bancos privados reciben guía y apoyo financiero del gobierno.
Kim también debería distinguir a Corea del Sur de otros países asiáticos como Indonesia, donde la resistencia de los empresarios a las reformas ha sido mayor, opinó Kim Byoung-Joo, analista de la Asociación Coreana de Comercio Exterior, que representa en Washington a las mayores empresas de Seúl.
"Cuando la imagen general haya mejorado, las empresas surcoreanas recibirán un gran impulso", pronosticó el analista. "Esta visita dará al público estadounidense una idea mucho más clara de hacia dónde se dirige Corea", agregó.
Aunque Kim Dae Jung es una portavoz eficaz para su país, podría no obtener una respuesta inmediata a sus pedidos de ampliación de las inversiones, señaló Andrew Szamosszegi, un especialista en asuntos surcoreanos del Instituto de Estrategia Económica.
"Creo que tendrá un éxito moderado, pero que la mayoría de los inversionistas esperarán a ver el progreso de las reformas", manifestó Szamosszegi.
El lunes, Kim aprovechó su visita a la Bolsa de Valores de Nueva York y al Consejo de Relaciones Exteriores para difundir su mensaje.
Durante su visita a Wall Street, Kim habló a los inversionistas de las profundas reformas estructurales que tienen lugar en las empresas e instituciones financieras surcoreanas en respuesta al paquete de rescate prometido el año pasado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los cambios, dijo, fueron de un alcance revolucionario y asegurarán la supervivencia del país. "Puedo garantizarles que el clima de inversión de Corea del Sur será uno de los mejores del país", destacó.
"Estoy impulsando reformas sustanciales en todos los niveles de la sociedad surcoreana. No cederé y tendremos éxito", aseguró el mandatario.
En el Consejo de Relaciones Exteriores, integrados por altos académicos y ex diplomáticos, Kim arguyó que la única forma de sacar a Corea del Norte de su actual aislamiento consiste en ampliar el intercambio diplomático y económico.
Kim esperaba encontrar este martes puntos en común con el gobierno de Estados Unidos durante sus reuniones con el presidente Clinton.
"Nunca destacaremos lo suficiente la necesidad de integrar a Corea del Norte a la comunidad internacional y mantener a la vez un sólido acuerdo de seguridad entre Corea del Sur y Estados Unidos", dijo Kim al Consejo.
Entre la audiencia de Kim estaban Bill Richardson, embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, y Donald Gregg, quien era jefe de estación de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en Seúl cuando Kim fue secuestrado y casi muerto por los servicios de inteligencia surcoreanos. (FIN/IPS/tra-en/ts/mk/ml/ip-if/98