El triunfo del opositor Andrés Pastrana en las elecciones presidenciales de este domingo en Colombia significa, según algunos analistas, un paso para mejorar las relaciones con Estados Unidos, deterioradas en los cuatro años de gobierno de Ernesto Samper.
Estados Unidos mantuvo una aparente neutralidad frente a los comicios, en los que el conservador Pastrana enfrentó a Horacio Serpa, cabdidato del gobernante Partido Liberal y ex ministro del Interior de la administración de Samper.
"Pero es evidente que el presidente electo da mayor confianza" a Washington, dijo a IPS Luis Valencia, docente la privada Universidad de los Andes.
Según Valencia, Estados Unidos "sabe que el gobierno de Pastrana será más débil políticamente" que lo que habría sido el de Serpa, pero los vínculos del candidato liberal con Samper le restaban credibilidad.
Pastrana llegó al poder aliado con diferentes fuerzas políticas y tendrá que enfrentarse a un parlamento dominado por el Partido Liberal, que tiene 66 representantes en el Senado y 97 en la Cámara de Diputados, frente a 33 y 59 del Partido Conservador.
Hernando Gómez, analista del diario El Tiempo, primero en circulación nacional, señaló que el triunfo de Pastrana determina "el mejoramiento de la imagen internacional" de Colombia, un nuevo y positivo panorama para los inversionistas y la simbólica reprobación de la administración de Samper.
Así mismo, para Alfredo Rangel, ex asesor de Seguridad Nacional de Samper, Pastrana tendrá "una relacion mas fluida con Estados Unidos", que la que habría podido lograr Serpa.
Serpa se enfrentó varias veces como ministro del Interior a Estados Unidos, por considerar que Washington intervenía el los asuntos internos de Colombia al cuestionar la legitimidad del gobierno de Samper.
En resonante proceso judicial, se comprobó que el narcotraficante Cartel de Cali colaboró financieramente con la campaña electoral de Samper, en 1994. El presidente fue absuelto por la Cámara de Diputados, pero Estados Unidos no aceptó ese fallo.
Washington "descertificó" dos años consecutivos a Colombia, al evaluar negativamente el esfuerzo del gobierno contra el tráfico de drogas, y canceló a Samper su visa de de ingreso a Estados Unidos.
Serpa calificó al entonces secretario de Estado para Asuntos Interamericanos Robert Gelbard de "altanero, agresivo y falto de objetividad", cuando éste criticó a Samper por el ingreso de dinero del narcotráfico en su campaña electoral.
La revista internacional Time aseguró que el jefe de la política antodrogas estadounidense Barry McCaffrey dijo a varios dirigentes liberales colombianos que las relaciones bilaterales no mejorarían si Serpa ganaba las elecciones.
Pero, una semana antes de la segunda vuelta de este domingo, algunos analistas radicados en Washington y Nueva York afirmaron a la revista Cambio 16 Colombia que "Estados Unidos no tiene amigos sino intereses" y su política frente a Colombia no estaría influenciada por el resultado de las elecciones.
Washington exige a Colombia la destrucción de cultivos ilícitos de coca, la extradición de narcotraficantes colombianos y la expropiación de los bienes de éstos.
El gobierno de Estados Unidos también advierte que las violaciones a los derechos humanos alcanzaron punto crítico en los cuatro años de gestión de Samper.
Serpa no se refirió directamente en su programa electoral a las relaciones con Estados Unidos, aunque anunció que basaría sus política internacional en "el principio del respetuo mutuo".
A su vez, Pastrana se comprometió a recomponer las relaciones con Estados Unidos mediante el "rescate de la dignidad presidencial" y el fortalecimiento del área de política exterior.
El Departamento de Relaciones Internacionales de la privada Universidad Javeriana divulgó un documento en el que afirma que la falta de "legitimidad acumulada durante la presente administración" requiere correctivos urgentes.
Según el documento, la nueva política exterior colombiana debe tener como base la legitimidad y capacidad de maniobra del nuevo mandatario, a quien se le pide dar dimensión internacional a los problemas que afronta el país en materia de narcotráfico y derechos humanos, y al esfuerzo por resolver el conflicto interno.
Los expertos sugieren también diseñar un esquema que permita la concertación con la sociedad civil de la política exterior, que tendría entonces una base de amplio consenso.
El estudio identifica como "socios estratégicos" de Colombia a Estados Unidos y Venezuela y como "contrapartes vitales" las regiones de América Latina y el Caribe. También aconseja mantener "lazos económicos relevantes" con la Unión Europea, Canadá y el sudeste de Asia. (FIN/IPS/yf/ff/ip/97