El conservador Andrés Pastrana, elegido hoy presidente de Colombia, tuvo en la campaña electoral el aval del Consejo Gremial Nacional, que agrupa a los 15 principales sectores de la producción, y el apoyo del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
Candidato de la Gran Alianza para el Cambio, dominada por el Partido Conservador, también lo respaldaron sectores del gobernante Partido Liberal opuestos al presidente saliente, Ernesto Samper.
Como compañero de fórmula escogió al liberal Gustavo Bell, ex gobernador del norteño departamento del Atlántico,
Hijo del ex presidente conservador Misael Pastrana (1970-74), el vencedor de las elecciones de este domingo es heredero de una de las familias más tradicionales de la política colombiana.
En 1988 fue el primer alcalde de Bogotá elegido por votación popular, tras ser concejal en la misma ciudad en dos periodos consecutivos, y creó el movimiento Nueva Fuerza Democrática, con el que obtuvo la mayor votación para el Senado en las elecciones posteriores a la Asamblea Constituyente de 1991.
Tres años después lanzó su candidatura a la presidencia, pero Samper lo superó por 100.000 votos en la segunda ronda.
Entre los 10 puntos que incluye su plataforma política figuran la rebaja de impuestos para favorecer la creación de empleo, la reforma del sistema tributario y de la educación, la reactivación de la producción y medidas para lograr la confianza de los inversionistas.
Su promesa de reducción de impuestos fue calificada de demagógica por el aspirante liberal Horacio Serpa, a quien derrotó este domingo, en segunda vuelta electoral, y contradictoria con su promesa de disminuir el déficit fiscal.
Pastrana también se declara partidario de la privatización de empresas públicas, anuncia que la inflación no superará 10 por ciento anual y que estimulará la inversión reformando el sistema tributario.
Así mismo, propone préstamos a través del estatal Fondo Nacional de Garantías para estimular la creación de nuevas empresas.
En cuanto al empleo, prometió la creación de 250.000 nuevos puestos de trabajo, para lo que modificará el impuesto sobre la renta, contemplando reducciones y otros estímulos a las empresas que demanden mando de obra.
El desempleo llega a 14,5 por ciento de la población económicamente activa, una proporción sin precedentes en los últimos 13 años.
Pastrana se comprometió a enfrentar la situación, que afecta a 1,8 millones de trabajadores, con la creación de un millón de empleos. O sea, 250.000 por cada uno de los cuatro años de su periodo de gobierno, que comenzará el 7 de agosto.
En el tema agrícola destaca la preocupación por el café, el principal producto de exportación del país. Anunció políticas estables y garantizó el mantenimiento del ingreso real de los caficultores.
También ropuso una reforma de la educación, con una cobertura total y gratuita hasta el noveno grado y desayuno y almuerzo gratis para los alumnos sin recursos. La educación universitaria será fortalecida y se concederán créditos para cursos de posgrado en el exterior.
Aunque se presentó ante los votantes como un candidato "independiente y de concialiación nacional", Pastrana es percibido por muchos analistas como un conservador, proclive al neoliberalismo.
En cuanto al tema de la paz, uno de los aspectos que más preocupa a la población del país tras medio siglo de conflicto armado interno, planteó negociaciones directas con los jefes guerrilleros y paramilitares, con cooperación internacional.
Sobre el narcotráfico, anunció que aumentará la penas de cárcel y se manifestó de cuerdo con la extradición retroactiva de ciudadanos colombianos, como reclamada el gobierno de Estados Unidos.
Pastrana fue el primer acusador de Samper, que se enfrentó en su agitada gestión a un juicio parlamentario por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral de 1994.
La cámara de Diputados absolvió finalmente a Samper, aunque la justicia condenó a los principales responsables de finanzas de su campaña. El primer elemento acusatorio había sido presentado por Pastrana, que difundió casetes que contenían la grabación de conversaciones de jefes del narcotraficante Cartel de Cali.
Las grabaciones aludían a las donaciones del Cartel de Cali a los gastos de la campaña política de Samper, a quien el gobierno de Bill Cliton retiró la visa de ingreso a Estados Unidos. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98