Los ciudadanos de Colombia acudirán este domingo a las urnas para definir un complejo proceso electoral que, por su polarización y alto grado de igualdad entre candidatos, es considerada entre los más reñidos en la historia del país.
El liberal y oficialista Horacio Serpa y el conservador Andrés Pastrana se enfrentarán en una segunda ronda que será la culminación de unas elecciones que, además de ser las más reñidas, serán las más costosas.
En las dos vueltas realizadas se habrán invertido cerca de 50 millones de dólares, cifra que incluye las campañas de los candidatos y los gastos de funcionamiento requeridos por las autoridades electorales, según cálculos extraoficiales.
Para los comicios del domingo, los últimos del siglo, dos encuestas divulgadas este sábado dan a Serpa una ventaja de un punto porcentual en un caso y de 0,7 en el otro, lo que significaría que la definición de la presidencia estaría en manos los que este sábado aún no habían decidido su voto.
En la encuesta de la firma Napoleón Franco, contratada por el diario El Tiempo, primero en circulación nacional, Serpa y su vicepresidenta María Ema Mejía aparecen con 42,5 por ciento de intenciones de voto frente a 41,9 de Pastrana y Gustavo Bell.
El estudio realizado por el privado Centro Nacional de Consultoría para El Espectador, segundo en circulación, da una respuesta de 44 por ciento favorable a la fórmula Serpa-Mejía y 43 por ciento a Pastrana-Bell.
Pastrana acortó la distancia de cuatro puntos que lo separaba de Serpa a comienzos de la semana tras la adhesión que recibió de 30 dirigentes del movimiento Opción Vida, liderado por la ex candidata Noemí Sanín.
Serpa obtuvo 3,63 millones de votos en la primera vuelta y Pastrana, 3,6 millones, por lo que los 2,8 millones de votos de Sanín son decisivos.
Según los dos sondeos, serán los cerca de 500.000 personas que manifestaron no haber decidido su voto los que inclinarán la balanza.
Al cierre de su campaña Serpa envió éste sábado un mensaje a los "liberales y de otros sectores políticos" para que lo acompañen el domingo a las urnas.
El candidato del Partido Liberal puso énfasis en cuestiones como la paz, a la que calificó de "necesidad suprema de la patria", la generación de empleo con la reducción de la jornada laboral y "la lucha contra la pobreza y la recuperación del campo".
Serpa afirmó que ve un Partido Liberal reanimado "muy fuerte, con un gran entusiasmo y una gran unidad".
Pastrana, a su vez, anunció que si es elegido presidente su primera tarea "será concretar de inmediato un encuentro con la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia" y la segunda "poner a trabajar al equipo económico para determinar el manejo de las finanzas del pais".
Serpa y Pastrana no pudieron resolver el "empate técnico" (el margen de error de las encuestas es similar a la diferencia entre ambos) por la profunda polarización política que vive el país, según Luis Valencia, docente de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de los Andes .
Valencia dijo a IPS que esta polarización, que tiene sus raíces en la crisis que afrontan los partidos tradicionales, el Liberal y el Conservador, que se agudizó en 1994 con la elección del presidente Ernesto Samper, cuya campaña recibió aportes de narcotraficantes.
Pastrana fue derrotado por Samper en las elecciones de ese año, también por un estrecho margen.
El pasaje a la segunda ronda de Serpa, identificado con actual gobierno, del cual fue ministro del Interior, es una señal de que la mitad del país apoyó Samper en la crisis política y sigue creyendo en él, según el ex presidente de la Bolsa de Bogotá, Carlos Caballero.
Caballero opinó que ante las presiones internacionales el que salga elegido tendrá que hacer un acuerdo con el perdedor para poder sacar al país adelante, a pesar de la reñida competencia que se presenta.
Algunos analistas consideran que Colombia afronta una difícil situación internacional por la falta de legitimidad del gobierno de Samper, las violaciones de derechos humanos, el narcotráfico y los problemas con los países vecinos a raíz de acciones de la guerrilla.
Esta situación haría que, sea quien sea el elegido, el próximo gobierno deba tomar medidas para diseñar, formular y ejecutar una política exterior distinta a la actual, en la que se tenga en cuenta el apoyo de la comunidad internacional y una mayor participación de la sociedad civil.
Pero las relaciones internacionales fueron uno de los grandes ausentes en la actual campaña electoral, lo que, en opinión del analista independiente, José Ramírez reafirma la tendencia "aislacionista" de Colombia en esa materia.
En su programa de gobierno, Serpa habla en términos generales de política internacional, basada en el principio del respeto mutuo y armonizando los conceptos de integración y buena vecindad.
En el campo de la integración económica, Serpa anuncia que dará prioridad a sus relaciones con la Comunidad Andina, el Grupo de los Tres y la Asociación de Estados del Caribe.
El programa de gobierno de Pastrana no contiene previsiones en materia de relaciones internacionales, pero en declaraciones aisladas dijo que buscará para el país "la recuperación de la dignidad" que se perdió en los cuatro años de gobierno de Samper y que procurará revitalizar los procesos de integración. (FIN/IPS/yf/mj/ip/98