La persistencia de la crisis asiática podría neutralizar avances en América Latina en materia de disminución de la extrema pobreza, advirtió el secretario ejecutivo de Cepal, José Antonio Ocampo.
En un encuentro con corresponsales de prensa extranjera, el secretario de Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) señaló que la región disminuyó sus índices de pobreza en los últimos años gracias al crecimiento económico.
La tendencia predominante en América Latina es enfrentar los efectos de la crisis asiática con medidas de ajuste, que si bien defienden el equilibrio macroeconómico, tendrán como costo un menor crecimiento del producto, explicó Ocampo.
En su último informe sobre el desarrollo social de la región, de fines de mayo, Cepal indicó que la inequidad persiste en la distribución de los ingresos, con una mayor brecha entre los sectores muy ricos y muy pobres.
No obstante, países que tuvieron en los últimos años tasas sostenidas de crecimiento económico, como Chile, Brasil y en alguna medida Panamá, lograron disminuir la pobreza.
Ocampo señaló que el problema de la inequidad aparece vinculado a factores estructurales, relativos al empleo, la educación y la asignación histórica de recursos, cuya solución requiere medidas estratégicas de largo plazo.
En este sentido, no se vislumbra un impacto significativo de la crisis asiática en la ya desequilibrada distribución del ingreso en América Latina, aunque la agravaría en términos de mantener o aumentar las tasas de pobreza.
El "Panorama Social 1997" de Cepal señaló que 10 por ciento de la población más rica de América Latina y el Caribe capta 40 por ciento de los ingresos, y en cambio el 40 por ciento más pobre percibe sólo entre dos y tres por ciento.
Cepal, una agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas, con sede en Santiago de Chile, emitió este martes un nuevo informe donde señala que si bien disminuyó la población rural en los últimos años en América Latina, la pobreza sigue concentrada sobre todo en el campo.
La población rural, que representa hoy sólo 25 por ciento de los 470 millones de latinoamericanos, presenta una tasa de pobreza en 1994 en torno a 32 por ciento, frente a 20 por ciento en las ciudades.
Ocampo, un ex ministro colombiano que reemplazó este año a la cabeza de Cepal al guatemalteco Gert Rosenthal, dijo que la búsqueda de la equidad es una de las prioridades a la cual deberán abocarse la organización y los gobiernos latinoamericanos.
El tratamiento global de los temas ambientales, sobre la base de instituciones fuertes tanto en la esfera estatal como de la sociedad civil, es otra de las preocupaciones fundamentales que debe asumir la región, agregó.
Ocampo señaló que se hace necesario "recrear el Estado" en la región, en términos de que se requiere "más Estado, pero no al viejo estilo, sino capaz de promover la productividad, el desarrollo ambiental y enfrentar otros desafíos".
Esta necesidad se plantea ahora también a propósito de los desafíos sociales implícitos en la crisis asiática, ya que se requiere de Estados con mayor capacidad para implementar políticas que ataquen la pobreza y la inequidad.
El secretario de Cepal estimó que no habrá cambios fundamentales en el modelo de economía de mercado y que es dentro de este contexto que deben buscarse "fórmulas mixtas" con el sector privado y la sociedad civil para enfrentar los problemas sociales y ambientales. (FIN/IPS/ggr/ff/if/98